La CUP ha alertado hoy del “riesgo de reedición del pacto del 78” y ha exigido que, más allá de “cuestiones simbólicas”, como la retirada de la moción del PDeCAT en el Congreso, la Generalitat ejerza acción política para el derecho de autodeterminación y no de “gestión burda del autonomismo”.
En rueda de prensa en el Parlament, la diputada de la CUP Maria Sirvent ha asegurado que, “en un proceso de construcción nacional con cada vez más gente que ve esta autodeterminación como una fórmula para transformar la sociedad, vemos cómo desde la gestión del autonomismo en municipios o en la Generalitat se siguen dando pasos en dirección absolutamente contraria a la clase trabajadora”.
Sirvent ha admitido que, entre los motivos para hacer este aviso, figura la moción que el PDeCAT pactó ayer con el PSOE sobre la apertura de un diálogo entre Generalitat y Gobierno “en el marco de la legislación vigente”, y que finalmente el PDeCAT retiró tras el rechazo de ERC a avalar el texto.
“No estamos hablando de mejora de la financiación o de un nuevo encaje en el Estado -ha afirmado-. Queremos ejercer el derecho de autodeterminación para cambiarlo todo, mejorar las condiciones de vida, y no para que las elite vuelvan a hacer un pacto que deje en una situación de miseria y precariedad a las clases trabajadoras”.
Por ello, preguntada si la CUP valora positivamente que el PDeCAT haya retirado la moción, Sirvent ha dejado claro que la reclamación de los anticapitalistas “va más allá de cuestiones simbólicas o retóricas”, sino que exige que desde el Govern y los ayuntamientos se “ejerza una acción política que vaya en la línea del movimiento popular a favor del derecho de autodeterminación y que no se desarrollen políticas que vayan contra las necesidades de la gente”.
Por otro lado, ha respondido a las palabras del presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), en las que ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a demostrar que quiere ser un estadista y pasar “del referéndum imposible al referéndum inevitable”, ya que un “referéndum a la escocesa” es “la única salida”.
Para Sirvent, “cualquier solución que pase por apelar al permiso o consentimiento del Estado no es viable ni posible y nos deja huérfanos de una verdadera resolución del conflicto”.
“Ya nos gustaría que hubiera un referéndum, pero el Estado ha dicho por activa y por pasiva que el ejercicio de la autodeterminación no será aceptado en ningún caso. Y no nos podemos poner en un escenario en el que no estamos”, ha afirmado, dejando claro que el único referéndum posible es el que “garantice el derecho a la autodeterminación”.