Era muy pequeña pero recuerda que con sus hermanos les divertía encender y apagar el interruptor. Su padrina le regañaba y le decía que no se les ocurriese tocar aquello porque “era cosa de brujas”. Éste es el testimonio de Àngela Carreras, que a sus 105 años, tiene una claridad mental todavía extraordinaria, es la única persona viva de Ullastrell que recuerda la llegada de la electricidad a esta población. Angeleta, como la conoce todo el mundo, tenía sólo 6 años. El 15 de agosto de 1918, hace ahora cien años, en Ullastrell se hizo la luz. Esta semana, en plena fiesta mayor, una interesante exposición recupera en el espacio cultural El Progrés, este hito. La muestra se podrá ver hasta el 11 de septiembre. El testimonio de Àngela Carrera es excepcional y permite adentrarse en una recorrido gráfico y con paneles informativos en los que se explica lo que significó para esta pequeña población la llegada de la electricidad.
El proceso para que se produjese este fenómeno se inició tres años antes cuando en la rectoría de la parroquia de Santa Maria d’Ullastrell se constituyó la sociedad Eléctrica d’Ullastrell, que tenía la finalidad de conseguir que la luz llegase a esta población después de haber obtenido la concesión por parte de la Compañía Catalana de Gas y Electricidad SA. Esta nueva firma podía suministrar energía para el alumbrado y la fuerza motriz del pueblo y de su término municipal. Esta sociedad, que se constituyó sin ningún ánimo de lucro, gestionó el servicio hasta su desaparición, después de la Guerra Civil. Mossèn Joan Salvans, rector de la parroquia de Santa Maria d’Ullastrell recordaba en un escrito en 1924 que a finales del año 1914, las noches de invierno en esta población “eran largas, lluviosas, frías y obscuras ya que no había otro alumbrado público que el existente al mundo ya 4.000 años antes de Jesucristo: la luna que a intervalos ilumina”.
tres fases
La construcción de la nueva infraestructura se realizó en tres fases. La primera fue la construcción de la línea eléctrica, que fue responsabilidad de la compañía Catalana de Gas y Electricidad, pero que los miembros de la Eléctrica d’Ullastrell debían pagar las obras. En 1916, en el mes de enero, existía una gran preocupación para que la línea se construyese antes de que las vides brotasen para no tener que pagar indemnizaciones. En octubre de 1917 se gestionó el terreno para la edificación de un transformador, que estaba inspirado en una pagoda china, y que precisó de 49 metros cuadrados que fueron cedidos por la parroquia. El 25 de abril de 1917 las obras del transformador estaban finalizas y se nombró vigilante a Pere Puig i Costa, que “había aprendido a hacer instalaciones eléctricas”.
festejo
El 15 de agosto de 1918, día grande de esta población, se inauguró la iluminación pública de Ullastrell. La fiesta contó con la presencia del “diputado a las Cortes Alfons Sala, el señor Utset, como representante del alcalde de Terrassa y los ingenieros señores L. Font y Gibert, de las empresas instaladoras” Fueron recibidos en el Ayuntamiento de Ullastrell y tras asistir al oficio de Fiesta Mayor se produjo la bendición del transformador por parte del rector y se encendieron las bombillas que engalanaban el campanario. Posteriormente hubo una comida en local de Foment, que fue servida por la Fonda Espanya de Terrassa y tras los discursos la jornada finalizó con un concierto.
En 1918, cuando llegó la luz a esta población, la Eléctrica d’Ullastrell tenía un centenar de abonados, 47 de los cuales eran domicilios de la calle Serra.