La industria genera una quinta parte del Producto Interior Bruto (PIB) catalán, concretamente el 19,7%, y fue uno de los sectores clave, junto al de los servicios, que impulsó el crecimiento de la economía catalana en 2017, cuando repuntó un 3,4%. Así lo indican los datos del “Informe anual de la economía catalana 2017”, presentado ayer por el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economia i Hisenda, Pere Aragonès, y por el secretario general de este departamento, Albert Castellanos.
En relación a la contribución de la demanda en el crecimiento del PIB, el estudio señala que el consumo en los hogares aporta el 37,5%, el saldo exterior el 21%, la formación bruta de capital el 30,3% y el gasto de las administraciones públicas el 11,2%. Por el lado de la oferta, el sector servicios aporta el 57% del crecimiento, la industria el 28% y la construcción el 6%, mientras que la agricultura es el único factor de este tipo que no contribuye al crecimiento del PIB.
Aragonès criticó a “los oráculos que pronosticaban las siete plagas de Egipto” y que “hablaban de crecimiento cero y de multiplicación del paro”, de quienes dijo que “sería el momento de que dieran explicaciones, ya que condicionaron algunas de las decisiones de los agentes económicos”.
Superior a la media
Tanto el vicepresidente de la Generalitat como Castellanos remarcaron que el crecimiento de la industria a lo largo del año pasado en Catalunya (4,9 %) fue superior al de la media de la zona euro (2,8%), una tendencia que explicaron que se ha mantenido en el primer trimestre de este 2018, en el que este sector se ha incrementado en un 5,2%. En el último trimestre de 2017, sin embargo, la economía catalana vivió una “desaceleración suave·, en palabras de Castellanos, ya que ha crecido una décima menos (0,8 %) que en los primeros tres trimestres (0,9 % cada período).
Esto se explica por el “retroceso transitorio” en el número de turistas que eligieron Catalunya como destino en los últimos meses de 2017 (Aragonès lo achacó a los atentados de agosto y lo desvinculó de la coyuntura política) y en el descenso de la venta de comercio al detalle, dos ámbitos que en el primer trimestre de 2018 han revertido ya esta tendencia.
Aún así, Catalunya recibió en 2017 a diecinueve millones de turistas extranjeros (un 5% más que en 2016), que dejaron en la economía local 19.152 millones de euros (un 9,6 % más que el año anterior).
El Govern de la Generalitat de Catalunya prevé, por otra parte, una “moderación” del crecimiento para los dos próximos años (exactamente hasta 2,9% en 2018 y del 2,5% en 2019), aunque sostiene que este será superior al de las economías avanzadas, incluido el resto del Estado español, según el informe presentado ayer.
