La programación musical de las fiestas de la Mercè, que se celebrarán del 21 al 24 de septiembre, se caracterizará por su diversidad y la paridad en los escenarios, en los que 56 de las 132 formaciones que actuarán tendrán presencia femenina, proporción aún mayor en el Festival BAM, con mujeres en 24 de los 42 grupos invitados.
La programación artística de la fiesta mayor de Barcelona se ha dado a conocer hoy en una rueda de prensa en la que han participado los directores del Festival BAM (Barcelona Acció Musical) y de Mercè Música, Marc Campillo y Jordi Turtós, respectivamente, y Dani Granados, director del programa Cultura Viva y asesor de presidencia del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB).
En esta ocasión, Lisboa será la ciudad invitada de las fiestas, por lo que una de las noches será la Nit de Fados, dentro de Mercè Música, con dos artistas destacados -Cuca Roseta y Camané-, así como las propuestas del BAM: Pongo, Real Combo Lisbonense y Thrones + The Shine.
Mercè Música contará de nuevo, en esta ocasión, con una programación que combina la escena musical catalana con ritmos del mundo, que incluirá estilos que van desde el reggae o el rock hasta la rumba, la música clásica o el flamenco.
Jordi Turtós, director de Mercè Música, ha señalado que buscan “consolidar” el escenario del Parque Central de Nou Barris, que se estrenó el año pasado, “como muestra específica de música clásica”, incluyendo las actuaciones de la Banda Municipal, la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña y la Orquesta Sinfónica y el Coro del Liceu.
Asimismo, el escenario del Moll de la Fusta albergará tres noches temáticas dedicadas a los sonidos africanos, con artistas como Nakany Kanté, la Orquesta Baobab o Seun Kuti; al reggae con formaciones como Dr. Calypso o Green Valley; y a la rumba, con un homenaje a Peret por parte de Sabor de Gràcia o habituales del género como Pantanito y El Kanka.
El escenario de la playa de Bogatell acogerá por su parte voces destacadas de la escena independiente, como Love of Lesbian, La iaia, Fundación Tony Manero o Els Catarres, entre otras formaciones.
De igual forma, el flamenco tendrá su espacio con la sevillana Rosario La Tremendita y la barcelonesa Mayte Martín en una de las noches más mestizas, que incluirá también la actuación del dúo valenciano Miquel Gil y Pep Gimeno Botifarra, así como El Gusto, una formación de músicos árabes y judíos que interpretan música châbi argelina.
Por su parte, el BAM volverá a ser el escaparate de los músicos emergentes del pop, rock, folk o electrónica del panorama musical nacional y especialmente internacional, aglutinando conciertos de grupos venidos de trece países.
Procedentes de lugares tan dispares como Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, la programación del BAM reúne géneros que abarcan espectros musicales muy diversos, entre los que se encuentran el jazz, el ‘afrobeat’, el pop, la electrónica, o el hip hop e incluye a artistas como Nathy Peluso, La Bien Querida, Tomasa del Real, Erotic Market o Cléa Vincent, entre otros.
Marc Campillo, director artístico del BAM, insiste en que esta mezcla “es un regalo”, ya que la acogida de la gente “es muy grande” y que cada año el festival ofrece “una nueva oportunidad” para superarse en la programación.
Por otro lado, las fiestas rendirán un homenaje especial en esta ocasión al Paral·lel y convertirá la Sala Apolo en uno de los escenarios de este año en conmemoración de su 75 aniversario.
Como en ocasiones anteriores, la apuesta por la música emergente es firme y dará visibilidad a bandas jóvenes, con proyectos como Vozes, que trabaja con niños de zonas desfavorecidas, el concurso de nuevos talentos Sona9 o la participación de las escuelas de música superiores de la ciudad en varios de los actos.
Finalmente, el espacio BAM Cultura Viva tendrá su segunda edición en Fabra i Coats, que servirá de nuevo como punto de encuentro de la cultura y las comunidades a través de actividades y talleres para toda la familia, además de la recuperación de la feria discográfica.
Dani Granados ha asegurado, sobre la gratuidad de los conciertos, que es fácil encontrar en la música “una buena herramienta” para desarrollar “la idea del valor público” porque incide “de una manera muy clara” en la gente.