Una vecina sollozaba de congoja mientras los bomberos corrían de un lado a otro y el humo emanaba del bloque. Hubo pavor ayer por la tarde en Can Tusell. Un incendio intoxicó a nueve personas, cuatro de ellas menores de edad, y causó quemaduras a un bombero. El fuego destruyó una vivienda en la calle del Xaloc. Otras siete resultaron afectadas por el humo.
La columna de nudos de humo se divisaba desde media ciudad. Algunos testigos observaron fulgor de llamas que surgían de una primera planta en el número 5 de la calle del Xaloc. Bombers de la Generalitat recibió la alerta a las 4.45 de la tarde: se había declarado un incendio en un domicilio.
Salieron varias dotaciones de ditintos parques de la comarca. Hasta ocho unidades fueron destinadas a Can Tusell, a la calle interior que da a la del Consell de Cent por un lado y a la carretera de Matadepera por otro. Unos vecinos salieron de sus hogares por su propio pie, presurosos, alguno sin camiseta, desnudo de cintura para arriba. Otro no tuvo tiempo de coger las llaves. Llegaban los efectivos de bomberos y llegaban ambulancias, cuatro vehículos del sistema de emergencias médicas.
Los sanitarios tuvieron trabajo, como los bomberos y la policía. Había que dispensar oxígeno a afectados. A unos, en bancos. A otros, en el interior de ambulancias. Nueve personas, cuando menos, habían respirado humo y sufrían síntomas de intoxicación. Cuatro de ellos eran menores. Según las primeras informaciones, todos, los nueve, fueron trasladados a centros sanitarios: cuatro al Hospital de Terrassa y cinco a Mútua. Un bombero padeció quemaduras, en principio parece que leves, según la Policía Municipal.
No sólo fue desalojado el bloque de pisos donde se desató el incendio. También el contiguo, el correspondiente al número 3 de la calle del Xaloc. El fuego ya estaba desarrollado cuando arribaron los bomberos. A las 5.15 ya trascendió que estaba controlado. A las 5.25, apagado por completo.
A las 5.45 los bomberos informaban de, al menos, seis intoxicados por inhalación de humo. A las seis de la tarde ya se difundió la comunicación sobre nueve intoxicados. No constaba que ninguno de ellos revistiese gravedad.
Los bomberos no sólo atacaban el fuego y enfriaban la vivienda devastada. También habían recorrido otros rellanos para cerciorarse de que no quedaba nadie allí y para inspeccionar los efectos de las llamas y el humo en el resto de domicilios. La fachada del bloque del número 5 estaba manchada de negro.
Avisaron a Urbanismo para que un técnico municipal inspeccionase el edificio y evaluase si había daños estructurales. Los bomberos se marcharon pasadas las siete.