Una sala multisensorial donde mejorar el estado emocional y la conducta de los usuarios con deficiencias neuronales y un juego de mesa para estimular la memoria y las relaciones de las personas mayores. Son los dos proyectos estrella de las fundaciones Torres Falguera (La Llar) y President Amat Roumens (Fupar), que ayer hicieron balance de sus seis primeros meses de aplicación. Ambas iniciativas obtuvieron el premio Territoris Solidaris del BBVA y la Fundació Antigües Caixes Catalanes, con una dotación de 10 mil euros que se ha destinado a financiar parte de ambos recursos sociales.
Por el espacio multisensorial de Fupar han pasado ya 27 personas en sesiones semanales, la mayoría con trastornos del espectro autista, pero también con otras discapacidades intelectuales y con "conductas reto", asociadas a distintos niveles de agresividad.
El aula es una herramienta terapéutica de estimulación sensorial, un espacio equipado con elementos de relax como un "puf", un colchón de agua, sonido ambiental y proyecciones sugerentes. "Graduando la luz, los colores, las texturas y las imágenes proporcionamos sensibilidades distintas", explica Marta Puig, directora técnica del Centre Ocupacional Fupar.
Tras la elaboración de un perfil personalizado, la actividad se adapta a cada usuario en función de si necesita estímulo o relajación, permitiendo así trabajar las áreas sensoriales, cognitivas, motrices y sociales. "La estimulación sensorial ayuda a que las personas estén activas y participativas -explica Puig-, ralentizando el deterioro, mejorando la autodeterminación y fomentando un estado de ánimo positivo".
A partir de septiembre, la sala multisensorial se ampliará a personas con discapacidad intelectual mayores de 40 años, con el objetivo de prevenir el impacto de las enfermedades neurodegenerativas, que limitan su autonomía y su participación cotidiana.
"Els colors de la memòria"
El juego "Els colors de la memòria" es el segundo proyecto financiado por el programa Territoris Solidaris y el de mayor proyección social. Se trata de un juego de mesa que, mediante la formulación de preguntas, estimula a los participantes a ejercitar la memoria, completar la figura y los colores de una mandala y apoyar a los compañeros que lo necesitan, fomentando así las relaciones personales y las dinámicas de grupo.
Cien personas han participado ya en el juego, que tiene origen en el proyecto final de carrera de una trabajadora de La Llar y que en este momento busca recursos para salir al mercado. "Faltan herramientas que estimulen las capacidades cognitivas de manera lúdica -explica Amparo Roca, psicóloga de La Llar-. Por eso nuestra propuesta ha tenido tan buena acogida y por eso intentamos comercializarla".
El juego ya ha sido presentado en tres congresos del sector de la geriatría. Ha sido editado en castellado -la mayoría de personas mayores se escolarizaron en este idioma- y el objetivo es que su precio de venta no supere los 35 euros.
Durante el último año y medio las fundaciones Torres Falguera y President Amat Roumens han invertido tiempo y recursos en la puesta en marcha de la sala multisensorial y del juego "Els colors de la memòria". Sólo el primer espacio ha supuesto una inversión de 19.770 euros, 2 mil de los cuales se han financiado a través de una actuación de danza solidaria de ITDansa. El premio Territoris Solidaris ha aportado 10 mil euros a ambas iniciativas, "una ayuda sin la cual tendríamos proyectos en mente, pero no podríamos llevarlos a cabo", comentó ayer Josep Ribera, director de la Fundació Antiga Caixa Terrassa. "Iniciativas como esta -añadió Ignasi Cusidó, presidente de la Fundació Antiga Caixa Terrassa- nos hacen sentir orgullosos".
Xavier Linares, director territorial en Catalunya del BBVA, recordó que la entidad otorgó en 2017 ayudas por valor de 300 mil euros a través de los premios Territoris Solidaris. La selección de los proyectos ganadores corre a cargo de los trabajadores de la entidad, previo estudio de todos los proyectos.
