La Audiencia de Barcelona ordenó ayer investigar si la Guardia Civil “faltó a la verdad” en los interrogatorios del pasado julio a imputados por el referéndum del 1-O, aunque avala que los agentes practicaran diligencias “sin el mandato expreso” del instructor. En un auto, la sección sexta de la Audiencia de Barcelona revoca la decisión del titular del juzgado de instrucción 32 de Barcelona de archivar la querella que la asociación de juristas Drets presentó contra la Guardia Civil, así como la denuncia del Govern a raíz de los interrogatorios practicados a altos cargos de la Generalitat el pasado julio por el 1-O.
Preparativos
La sala acuerda admitir a trámite la querella de Drets “solo a los efectos de investigar la posible comisión de delitos de falsedad en documento oficial”, dado que los agentes comunicaron a los interrogados que les imputaban por los preparativos del 1-O en la causa abierta por el titular del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, mientras que en una resolución paralela instada por la CUP el magistrado aclaraba que el caso no tenía por objeto “la organización política ni la convocatoria de un referéndum”. La Audiencia reprocha al juez que, pese a lo afirmado en esa resolución, descarte “prematuramente la posible comisión de un delito de falsedad documental”, motivo por el que ha ordenado la investigación.