La CUP considera que las restricciones de comportamiento de las piscinas públicas sobrepasan la línea roja. En este sentido manifiestan que "el Ayuntamiento acaba de prohibir el juego infantil a las piscinas, cuando los niños es el principal colectivo que hace uso de este equipamiento". De hecho, según explica la CUP, se ha prohibido entrar con una pelota de plástico y flotadores. También se ha prohibido correr y lanzarse de cabeza. Tampoco se puede acceder al recinto con un bocadillo o un refresco. La lista también incluye la prohibición de entrar con una guitarra, cantar o poner música con el teléfono móvil. Igualmente, otras cosas que no se pueden hacer, es llevar una sombrilla, una silla de playa, animales domésticos, hacer fotografías o fumar dentro del recinto. Para la CUP, esta larga lista de restricciones sobrepasa la línea roja del uso adecuado de un espacio público. Admiten que como sociedad se ha determinado no fumar en espacios municipales o que los menores de 7 años deben estar acompañados. Pero insiste en que hay que reabrir un debate. En este sentido, Ander Zurimendi, militante de la CUP, insta a que "el Ayuntamiento estudie el caso y pueda hacer compatible los usos lúdicos de los niños en las piscinas".