Terrassa debe la exitosa Fira Modernista anual a Lluís Muncunill, que fue también arquitecto municipal, pero su figura y obra carece de un museo propio para que el visitante pueda tener una aproximación más completa. Un espacio como, por ejemplo, tiene el arquitecto también modernista Josep Maria Jujol en Sant Joan de Espí. Algunos profesionales reconocidos opinan que no es necesario en tanto que quedan muchos edificios en pie (algunos sólo la fachada) y que de por sí ya componen un museo al aire libre y, prácticamente, gratuito. Otros profesionales, como el arquitecto Carles Escudé Muncunill, su nieto, lo defienden porque supondría divulgar de forma didáctica su trayectoria vital y profesional y revalorizar su legado.
El Ayuntamiento se ha pronunciado sobre ello discretamente. Considera que la propuesta se puede estudiar pero hay que valorar si es viable. Fuentes próximas han apuntado que es un handicap llevar a cabo este proyecto de musealización puesto que Muncunill no dejó casa propia, ni archivo personal pero admiten que habría edificios modernistas con su firma que podrían ser apropiados, aunque no citan ninguno.
Libro y documental
Además de esta sugerencia se han apuntado otras como editar un pequeño libro sobre el arquitecto para el público en general y producir un documental. Cabe decir aquí que en la pasada Fira Modernista, por ejemplo, se vio algún escaparate decorado de época con libros sobre Gaudí con la portada de una imagen asociada del “trencadís” del Parc Guell de Barcelona. Seguramente, si hubiera existido y existiera un libro de Muncunill, esto no se hubiera producido o al menos no hubiera sido Gaudí el protagonista que descansaba tras el cristal con traje y barba blanca. Casa-museo, un libro divulgativo. un documental€ Propuestas que no sabemos si se llevaran a cabo. De momento, Muncunill ha subido a la Galería de los Ilustres del Ayuntamiento y de la ciudad. Ha obtenido el máximo reconocimiento en el 150 aniversario de su nacimiento.
El galardón póstumo se ha sumado a otros anteriores en reconocimiento a su obra y maestría. El arquitecto tiene un espacio en el Vapor Aymerich, Amat i Jover, (sede del Museu de la Ciència i la Tècnica), con una presentación de su persona y un resumen de su obra; da nombre a una sala de exposiciones en la plaza Didó, en la nave de tintes Ca l’ Izard que diseñó, y a unos premios a la Innovación; inspiró una maqueta del edificio modernista de la Agrupació Regionalista que se halla en el Museu de Terrassa y fue realizada por la UPC y, por supuesto, tiene una calle dedicada, el Passeig Lluís Muncunill en Can Roca.