La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, pidió ayer “prudencia” a la hora de anticipar “que algo está mal” en el trasplante del exfutbolista Eric Abidal, aunque dijo que se ha activado la revisión del procedimiento porque “las escuchas son las escuchas”.
“No nos vamos a quedar conformes con la situación tal cual está”, aseguró, después de que el miércoles una información desvelara que en las escuchas policiales a las que fue sometido el expresidente barcelonista Sandro Rosell éste comentase que “compraron un hígado ilegal” a Abidal.
Inmediatamente después de saltar la noticia, la ONT informó de que había abierto una investigación interna en colaboración con la Organización Catalana de Trasplantes y el Clínic de Barcelona, donde se realizó el trasplante a Abidal, actual secretario técnico del Barça.
El caso de Abidal, en el que el donante no residía en España, es “excepcional”, aunque no único, pero, en cualquier caso, subrayó Domínguez, tiene que pasar los mismos filtros que si fuera residente.
La legislación española especifica “claramente” que para que una persona done un órgano en vida tiene que hacerlo de forma libre, voluntaria, altruista, no remunerada y perfectamente informada.
Para verificar estos criterios, el potencial donante debe pasar obligatoriamente tres filtros. En primer lugar, un médico independiente del equipo que va a llevar a cabo la extracción y el implante del órgano tiene que verificar sus condiciones clínicas, sus motivaciones y su relación con el receptor.
Posteriormente, el caso se presenta ante un comité de ética que emite una resolución y, en tercer lugar, el donante comparece ante un juez, en presencia del personal que le ha valorado y el que van a llevar a cabo la extracción del órgano.
Si en cualquiera de esos pasos, surge alguna duda, el proceso se para, señaló Domínguez-Gil, que considó que es “muy difícil” que el delito llegue a consumarse, “pero no imposible”.
Filtros
La ley permite la donación en vivo entre personas tanto si son familiares, como si no, y todos pasan por esos tres filtros. En el caso de Abidal, tanto él como el club aseguraron desde el primer momento que el donante era su primo, para el que el exfutbolista pidió ayer respeto desde su cuenta de Instagram, en la que publicó una fotografía de ambos tras el trasplante.
Domínguez-Gil admitió que, “en principio, se piensa que ser familia da más garantías al proceso y en algunos países se sigue una evaluación diferente para la donación dentro y fuera de la familia, cosa que nosotros no aprobamos”.