Terrassa

Bad Gyal y el catálogo de virtudes y defectos de la reina del dancehall

Bad Gyal revela en su cuenta de twitter algo que dice mucho de su talante y ambición: “Con los hombres me va como el p… culo pero en los negocios os juro que soy la mejor.” El que ofreció en Terrassa no está, ni de lejos, en la lista de los conciertos más caros de los contratados este año, pero puede que ese caché acabe aumentando considerablemente para mayor regocijo de una artista que ha venido a revolucionar el panorama de la música urbana en nuestro país.

Puede que el caché fuera modesto pero su concierto, en parte, lo fue también. Duró menos de una hora y evidenció algunas de sus carencias, aunque lejos de convertirse en un catálogo de defectos, su propuesta fue más bien una constatación de sus virtudes.

Bad Gyal tiene presencia escénica, aunque sus movimientos estén demasiados sexualizados (también sus canciones) y no sea inmune a la cosificación. Pelo larguísimo, uñas larguísimas y ningún pudor en sus movimientos la sitúan más dentro de la categoría de “chica mala” que de feminista. Esa importancia que da a su imagen, a las coreografías, al baile, entretiene a una audiencia que no se queja por el excesivo uso que en directo hace de las voces pregrabadas, del playback y del autotune.

En realidad, la gran fuerza de Bad Gyal está en su modo de trascender al trap y al dancehall, con un sonido personal, con actitud y seguridad. Bad Gyal -Alba Farelo- podría haber sido la niña bien hija de famoso (el actor Eduard Farelo) pero a cambio ha preferido envolverse de polígono y de barrio, siempre demostrando una ambición notable, que de momento, va por buen camino; esta semana ha estado en Londres, y a finales de agosto iniciará un gira por Estados Unidos y Canadá. Su internacionalización es evidente.

Por lo pronto, en Terrassa bailó o se movió al ritmo de piezas emblemáticas como “Fiebre” o “Jacaranda”, que parecían escogidas al azar. Los que estaban ahí para escuchar “Indapanden”, se quedaron con las ganas.

Además de sus bailarinas, estuvo acompañándola un MC (maestro de ceremonias) que tuvo una seria competencia al subir un espontáneo al escenario.

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