El pleno municipal de junio aprobará la liquidación correspondiente a la aportación municipal a la empresa Transports Municipals d’Egara (Tmesa), que en el ejercicio 2017 es de 6.297.290,41 euros. El coste del servicio del transporte público cerró el pasado año con superávit, tras registrar un importante incremento de viajeros y ver como los gastos se reducían. El resultado es que el Ayuntamiento se ahorrará 460.322 euros respecto a la aportación presupuestada inicialmente y fijada en el contrato programa con Tmesa, que se había establecido en 6.757.612 euros.
El servicio de autobuses de Terrassa vive uno de sus mejores momentos en lo que a usuarios se refiere. El año pasado, el transporte público urbano ganó casi medio millón de viajeros (483.894), alcanzando la cifra récord de 12,5 millones de viajes anuales. Es el resultado de la apuesta del servicio por la intermodalidad, es decir, por el reajuste de las líneas llevado a cabo para alimentar las nuevas estaciones de Ferrocarrils.
El servicio registró un leve retroceso de usuarios en 2016, coincidiendo con la entrada en funcionamiento de la prolongación de FGC, pero la situación revertió en pocos meses y a finales de año el bus ya aumentaba demanda. En 2017 el transporte público ha captado usuarios en todas las líneas urbanas. Se da la circunstancia de que el año pasado los autobuses ganaron incluso más pasajeros que FGC: casi medio millón más de viajeros el bus y 300 mil el tren.
Las estimación de incremento de viajeros para 2017 se ha quedado corta y el aumento final de un 3,96% de viajeros ha contribuido al superávit. También lo ha hecho el descenso en los gastos previstos para el ejercicio 2017, sobre todo
en conceptos como el combustible y reparaciones. La compra de nuevos autobuses ha contribuido a reducir el gasto en mantenimiento.
A favor de la liquidación municipal también ha jugado el IPC. La previsión de gastos en mantenimiento se estiman en base al índice de precios al consumo, que fue del 1,1 y no del 1,5 previsto.
En otro orden de cosas, el Ayuntamiento se ha visto beneficiado, en este caso en el presupuesto municipal, en las reservas para liquidar el IVA de las aportaciones al transporte público. El Gobierno obligaba a los municipios a tributar por esa financiación, pero ha rectificado y liberado a los ayuntamientos de esa carga fiscal.
A pesar de ello, la administración central reclama los ejercicios 2015, 2016 y 2017, para los que la hacienda local había reservado una partida. De momento el Gobierno sólo ha reclamado el ejercicio 2016, de manera que siguen en las arcas municipales dos cantidades de 600 mil y 450 mil euros correspondientes a los dos ejercicios no reclamados.
LA CIFRA
6.297.290,41
Es la aportación municipal al servicio de transporte público. Cubre el 50% del coste. La otra mitad la aportan los billetes y las tarjetas de transporte.