El pistoletazo de salida de las rebajas ya es una realidad. Sin un calendario legal que la regule, la campaña de descuentos se adelanta este verano y una semana antes del mes de julio todas las grandes cadenas y buena parte del pequeño comercio ya aplica grandes recortes sobre los precios de temporada. La semana pasada El Corte Inglés estrenó la campaña y algunas cadenas se sumaron a la bajada de precios física y online. Desde ayer, las rebajas se han generalizado en la ciudad, especialmente en el centro comercial.
Incluso el grupo Inditex, el único que esperaba al 1 de julio para colgar el cartel de descuentos, adelantará este verano su campaña oficial de rebajas. Las tiendas de la cadena -Zara, Massimo Dutti, Stradivarius, Zara Home o Berska- recortarán precios a todos sus artículos a partir del viernes 29 de junio. El 1 de junio cae en domingo (en Catalunya es de apertura comercial) y Amancio Ortega ha decidido adelantar dos días las rebajas para no perder el tirón de ventas del viernes y el sábado.
Un recorrido por el centro y los ejes comerciales permite comprobar que cada comercio tiene su particular política de rebajas y que, incluso en el universo de las cadenas, mientras unas aplican grandes descuentos, otras han decidido empezar a medio gas. La política de los descuentos relámpago y las "mid season" se impone en un escenario caótico y desordenado.
Carteles
Basta un paseo por el centro de la ciudad para comprobar como H&M, Benetton, Springfield o Mango ya cuelgan el cartel de "hasta 50%" de descuento. Rebajas en mayúsculas desde las primera semana. Es el caso de Woman’s Secret, que aplica hasta un 70%, o la
tienda infantil La Compagne des Petits, que vende artículos a mitad de precio y aplica un 10% adicional. La firma IKSS también tira del recurso del doble descuento y rebaja un 40% los precios, más un 10% si la compra es de tres artículos.
La falta de regulación da lugar a situaciones incómodas, como que tiendas vecinas de la misma tipología de venta no coinciden en el calendario de rebajas. En la calle de Sant Pere, Parfois espera para aplicar descuentos a sus bolsos y accesorios, mientras que justo enfrente BijouBrigitte ya está de rebajas. En el eje comercial por excelencia, la calle Major, las Perfumeries Julia aplican descuentos por reformas, mientras Atalaya mantiene precios. Y lo mismo ocurre en el calzado, que siempre ha sido el último en sumarse a las rebajas. La cadena Dima y Calçats Ferreres esperan, Casas aplica algunas ofertas y Progrés ya recorta precios.
Se espera una buena campaña
El comercio espera que esta sea una buena campaña de ventas. La temporada ha sido modesta por la climatología adversa, que ha retrasado la llegada del calor. En consecuencia, la demanda se ha disparado a sólo unos días del inicio de las rebajas. Esa es la razón por la que algunos comercios intentan estirar unos días más la temporada, reteniendo los descuentos o aplicándolos sólo a artículos concretos.
"Estamos convencidos de que ésta será una buena campaña", comentaba ayer Xavier Linares, presidente de la asociación de comerciantes Terrassa Centre. "El clima no nos ha ayudado y las estanterías están más llenas, de manera que la oferta de producto es abundante estas rebajas".
Linares espera que julio sea un buen mes "de ventas y de ambiente por el centro". Las rebajas llegan coincidiendo con "las ganas de verano y de playa de la gente. Empiezan los campus infantiles, las colonias y hay que equiparse".
El pequeño comercio lamenta una vez más que la liberalización de las rebajas sitúe en plano de "desigualdad" a las tiendas frente a los grandes operadores comerciales. "No es nuevo, llevamos tiempo pidiendo que se ponga orden, que haya un criterio idéntico para todos, como ocurre con la restauración o las escuelas".