Un año más las cocas de Sant Joan endulzarán una verbena en la que el producto artesano volverá a competir con las piezas envasadas que pueden encontrarse en los supermercados. El Gremi de Pastisseria de Barcelona calcula que este año se venderán en Catalunya 1,7 millones de cocas, una cifra similar a la del año pasado y que, teniendo en cuenta que los catalanes son de gustos clásicos, las más vendidas volverán a ser las de “brioix” con frutas y piñones, seguidas de la coca de pasta de hojaldre y la de piñones rellena de crema.
Para los más atrevidos, los pasteleros han innovado este año incorporando al catálogo la coca de mascarpone, la de sobrassada y una en forma de helado.
Por lo que respecta a los precios, oscilarán entre los 15 y los 35 euros, en función de la medida y el peso. El Gremi de Pastissers reivindica la calidad de las cocas artesanas, a las que se dedican seis horas para su total cocción. Pese al encarecimiento del piñón, el precio medio, aseguran, se mantiene.