Todo apunta a un accidente fatal. Una menor falleció el miércoles por la tarde al caer al vacío desde la sexta planta de un edificio en la avenida del Abat Marcet. La víctima tenía 16 años. Al parecer, estaba en la terraza comunitaria del bloque, subió a un tejadillo y la superficie cedió bajo sus pies.
Los Mossos d’Esquadra del Àrea Bàsica Policial (ABP) de Terrassa investigan las circunstancias de la caída. Los servicios de emergencias recibieron las alertas a las 5.30 de la tarde. Pronto la confluencia de la avenida del Abat Marcet con la calle de la Emperadriu Eugènia, en el Torrent d’en Pere Parres, se llenaron de vehículos policiales, de ambulancias, de bomberos.
El cuerpo de la muchacha yacía en el patio de luces de un bloque de pisos de planta baja más seis pisos superiores.
Según fuentes próximas al caso, la adolescente falleció en el acto. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada para salvar su vida.
La menor se había precipitado desde la sexta planta al patio. De los indicios se infiere que estaba en la terraza, posiblemente acompañada de otra persona, y se dirigió a una cobertura, una especie de tejadillo de material plástico. Caminaba sobre esa superficie cuando el suelo se rompió, se hundió. La menor cayó al patio.
Llegaron agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Municipal, y ambulancias del SEM. Y una dotación de bomberos que realizó tareas de apoyo durante poco más de media hora.
Los mossos inspeccionaron el lugar y hablaron con el testigo para sustanciar el informe. Poco antes de las 7.30 de la tarde se vio llegar a un médico forense y unos minutos después se presentó una comisión judicial que poco después de las 8.30 de la tarde autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado a un instituto anatómico-forense de la Ciutat de la Justícia para la realización de la autopsia.
Dos meses antes
El accidente ocurrido en la avenida del Abat Marcet se produjo dos meses después de otro similar que tuvo lugar en la confluencia de la avenida de Àngel Sallent con la calle del Infant Martí. Fue el 11 de abril, también por la tarde.
En aquella ocasión la víctima, un niño de 13 años, sufrió lesiones de pronóstico menos grave. El menor estaba jugando en un patio interior de una comunidad y se encaramó a un tejado, al parecer para recuperar un balón. Cuando caminaba sobre esa cobertura, el suelo cedió y el chaval cayó a un aparcamiento privado. Impactó en un coche estacionado.