Se acabó el sueño. Se acabó la temporada para el Terrassa FC. Se acabó el trayecto que más entusiasmo había despertado en los últimos años. Una mala tarde, un partido para el olvido, un accidente abrupto, finiquitó el domingo el primer proyecto de Cristian García en el banquillo egarense. Los "play off" no premian la globalidad de una trayectoria, pero sí penalizan un mal episodio. Y el del Terrassa en Santiago de Compostela resultó mayúsculo. El 2 a 0 de la ida resultó insuficiente para estar presente en la tercera y última eliminatoria y vuelve a abrir en canal a un club y a un equipo que en Tercera División se desangra por lo inapropiada que es la categoría a su propia personalidad.
Santiago de Compostela se incorpora, por tanto, a la galería de los horrores de la historia del Terrassa, donde el 4 a 1 de Málaga, del que este mes se cumplen veinte años, ocupa un lugar preponderante. En el estadio de San Lázaro se vivió una remontada parecida a la de La Rosaleda, en la que casi no creían ni quienes debían protagonizarla. Pero futbolísticamente, el Compostela dio una lección de eficacia, buena gestión de los acontecimientos y mentalidad ganadora a un Terrassa que sólo fue reconocible comparándolo con sus peores pasajes de la temporada, nada que ver con lo mostrado en las tres semanas anteriores de promoción.
Los gallegos no se precipitaron nunca, controlaron las emociones en un partido de muchas vísceras y explotaron las carencias de los egarenses, mucho más visibles en distintas facetas de lo acostumbrado. Un gol al empezar para creer, otro antes del descanso para agitar los discursos y un tercero al empezar la segunda parte para arruinar psicológicamente al rival fueron los momentos elegidos por el Compostela para construir su relato épico de la temporada. El que acabó con las ilusiones del Terrassa.
Desubicados
El conjunto de Cristian García, en cambio, no encontró su lugar en el partido en ningún momento. Sólo al principio pareció bien encaminado, defendiendo a través de la posesión, controlando los tiempos a su antojo y desposeyendo del balón al Compostela como principal argumento futbolístico. Pero ese plan le duró apenas 12 minutos, que fue lo que tardó el Compostela en anotar el 1 a 0 a través de Tomás, que recogió un balón rechazado por el poste tras un disparo de Rubén para superar a Ortega. Con menos red de protección, al Terrassa se le estropeó el partido. No tuvo capacidad de reacción, defensivamente su rendimiento resultó deficiente y la presión del Compostela en el centro del campo le complicó la idea. Además, al equipo de Cristian se le apreció también un nivel físico inferior al habitual, quien sabe si penalizado por un plan de viaje exigente que inició el día demasiado pronto dado que la expedición voló el mismo domingo a las 7.45 de la mañana.
El gol desordenó al Terrassa durante bastantes minutos en tanto que el Compostela tuvo desde entonces la coartada psicológica perfecta para deshacerse de la precipitación. Además, los egarenses estuvieron desconectados en ataque, con Fran Piera como único elemento de cierta intervención aunque sin que Nils, Daisuke o Toro aparecieran por el partido. Un remate mordido de Yayá tras un lanzamiento de falta fue lo único parecido a una ocasión que se produjo en el primer tiempo en el área del Compostela. En cambio, los gallegos hicieron un ejercicio de eficacia extraordinario ya que a un minuto del descanso marcaron el 2 a 0 en su segunda oportunidad. Esta vez fue Primo quien ganó a la defensa en un lanzamiento de córner para poner a hervir la eliminatoria.
Si ese factor emocional de irse al vestuario con el global empatado constituyó un mazazo, el tercer gol compostelano en el minuto 48 ya resultó letal. Cristian tuvo que variar su idea inicial, dando entrada a Àlex Fernández y Carreón por Nils y Daisuke. El Compostela hizo un ajuste de prudencia, desde un escenario totalmente distinto al inicial. Con el traspaso de las urgencias hacia el Terrassa, se limitó a esperar alguna oportunidad para agrandar aún más la diferencia. Un disparo de Primo que atrapó Ortega y otro de Ares que salió ligeramente desviado sobresaltaron a los egarenses, espesos en la construcción y sin soluciones alternativas para enfocar de otro modo el partido. El primer remate del Terrassa a portería se produjo en el minuto 75, a cargo de Fran Piera y con buena respuesta del portero local. Y ya en el minuto 92, la fortuna le giró la espalda a los egarenses en una acción de Xavi Civil que remató de cabeza en una posición envidiable pero el balón salió rozando el poste del marco del Compostela. Fue el último aliento de la temporada para un Terrassa que despidió el curso de forma anticpada e inesperada, demasiado cruel para sus merecimientos anteriores.
SD COMPOSTELA 3
TERRASSA FC 0
SD COMPOSTELA. Lucas, Saro, Casas, David Uña, Naveira, Samuel, Diego Rey, Álex Ares, Tomás, Rubén, y Primo. Alberto sustituyó a Tomás en el minuto 59; Santi a Rubén en el 65; y Mon a Diego Rey en el 77.
TERRASSA FC. Ortega, Yayá, Sergi Valls, Amantini, David López, Guzmán, Ferreira, Daisuke, Nils Puchades, Fran Piera, y David Toro. Àlex Fernández y Carreón sustituyeron a Daisuke y Nils en el minuto 50; Civil a David López en el 65.
Árbitro. Gaspar Barajas (Castilla y León). Amarillas a Rubén, Naveira, Mon, Lucas, Álex Ares; Yayá, Amantini, Valls y Piera.
Goles. 1-0, minuto 13, Tomás; 2-0, minuto, 44, Primo; 3-0, minuto 48, Primo.
Público. Unos 3.800 espectadores en el estadio de San Lázaro.