Terrassa

Condenados a doce meses de prisión por robar condones y gominolas

¿Qué podían hacer una vez forzada la puerta de vidrio y obtenido el acceso posible a algunos productos, pocos? Seguramente hacer lo que hicieron los dos ladrones que han sido condenados por aquel asalto en una estación de servicio, un robo peculiar por el botín logrado: sustrajeron, a través de una reja, una tarrina de gominolas y tres preservativos. La Justicia les ha impuesto doce meses de prisión.

El robo lo cometieron dos individuos en la noche del 13 al 14 de septiembre del 2010. Los ladrones se introdujeron en el recinto de una estación de servicio situada en la avenida de Jaume I entre las diez de la noche del 13 y las seis de la mañana del 14. Según estableció una sentencia del juzgado de lo penal número 1 de Terrassa, los asaltantes forzaron una puerta de cristal y agarraron unos cuantos objetos a través de una reja. Hicieron uso de un gancho y así, poco a poco, agarraron el botín.

No se sabe si el objetivo era robar lo que robaron o si se llevaron lo que pudieron una vez resueltos a robar; acaso no llegaban a nada más, o se debieron contentar con los condones y las golosinas al sentirse sorprendidos por un tercero. En fin, fue aquel un botín singular: un bote de gominolas, con 152 chuches en total, y tres preservativos. Eso fue todo. Entre los daños y los artículos sustraídos, las pérdidas ascendieron a 296 euros.

Había un testigo, una mujer, y había pruebas dactiloscópicas, unas huellas encontradas en el lugar. Los acusados presentaron recursos contra la primera sentencia, al estimar error en la valoración de la prueba: según alegaron sus defensas, la testigo era parte interesada en el proceso (se trataba de la encargada de la gasolinera) y la pericial de las huellas no era contundente para probar la autoría de los encausados.

La Audiencia Provincial desestima los recursos. Argumenta que las valoraciones de la resolución primera fueron "adecuadamente ponderadas y ajustadas a las pruebas" practicadas. Respecto de la pericial dactiloscópica, expuesta en el juicio por dos policías, la da por buena. Los agentes dejaron claro que las huellas pertenecían "inequívocamente" a los acusados. Los restos hallados estaban en el interior de la puerta corredera de cristal, la puerta forzada, y por su situación no podían haberlas dejado los acusados como meros clientes; o sea, desde dentro. Además, los sospechosos negaron haber estado en aquella gasolinera.

"Omitieron toda explicación razonable acerca de la presencia de sus huellas en ese establecimiento", apunta la resolución, que alude a la "multitud de sentencias" del Tribunal Supremo que avalan de manera reiterada "la eficacia de la prueba indiciaria como prueba de cargo hábil para desvirtuar la presunción de inocencia". La Audiencia Provincial confirma la condena a los dos acusados: doce meses de prisión por un delito de robo con fuerza. Por un asalto en el que los ladrones obtuvieron un beneficio de gominolas y profilácticos.

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