Descansos de en torno a quince minutos por ca-da hora de estudio, planificar bien las materias, cuidar la dieta y alejarse del móvil son algunas de las recomendaciones de los expertos en psicología para afrontar con éxito un examen. Estamos en plenas fechas de realización de las pruebas de la selectividad, sin olvidar las de evaluación universitarias y los estados de nervios entre los estudiantes son evidentes. De hecho, dos de cada diez estudiantes sufren ansiedad ante los exámenes. De hecho, este tipo de estrés es el principal motivo de consulta de los adolescentes que acuden al psicólogo. No es extraño que más del 20% sufra patologías nerviosas en época de exámenes, según datos del estudio PISA.
Pese a que el año pasado aprobaron la prueba de selectividad más del 93 por ciento de los alumnos, la angustia, el miedo a quedarse en blanco y el estrés se repiten esta semana. Los expertos aconsejan dejar el móvil lejos de la mesa de estudio, evitar distracciones innecesarias, planificar bien los horarios y las materias de estudio, salir a tomar el aire un rato cada día, controlar el tiempo con el reloj y mantener una buena higiene de sueño y de alimentación.
Para dar lo máximo en estas pruebas, según María García Salinas, psicóloga de Blua de Sanitas, "es importante aprender a manejar la ansiedad y el agobio propio de estas situaciones. Lo primero, es comprender que forma parte del proceso, que se trata de una alarma que nos indica que algo importante está ocurriendo, pero hay que evitar el temor que nos genera pensar que no vamos a aprobar. Una buena estrategia es la práctica de ejercicios de relajación como la respiración diafragmática", afirma.
También es aconsejable efectuar una planificación realista y flexible y llevar una rutina saludable en cuanto autocuidado los días previos a los exámenes y durante las pruebas, según la psicóloga. "Esto nos permitirá conseguir un rendimiento óptimo en cuanto a concentración y memorización, ya que es vital que nuestro organismo se encuentre en las mejores condiciones posibles para minimizar los obstáculos y dificultades a la hora de estudiar", añade.
La psicóloga de Blua de Sanitas recuerda que hay que tener en cuenta que la planificación nos debe permitir manejar los imprevistos y dedicar tiempo a otras actividades. Es una forma de ayudarnos a cumplir el objetivo, pero no debemos ser esclavos de ella.
No sentirse solos
Otro de los caballos de batalla de los estudiantes es el sentimiento de soledad y aislamiento. "Si bien es cierto que es probable que se dedique menos tiempo a socializar durante estos días, lo más importante es que la comunicación con familiares y amigos fluya, a pesar de las dificultades, y que ambas partes puedan expresarse para encontrar un punto de encuentro", asegura la experta.
Antes de la época de exámenes es importante tener una buena técnica de estudio, mediante la que seamos capaces de sintetizar e identificar los conceptos más relevantes. Es decir, "no basarse sólo en la memorización".
Otra recomendación es mantener al día la organización y agenda académica apuntando y programando los momentos de estudio o repaso. "Esto nos ayuda a generar una sensación de control y autoeficacia, lo que disminuye las preocupaciones y anticipaciones negativas", afirma la psicóloga.
El tiempo, causa del agobio
No hay una regla exacta sobre cuántos días antes es necesario estudiar, se trata de adaptar los recursos y necesidades de cada uno a la prueba en sí. Para María García Salinas, "lo que es importante en todos los casos es contar con el tiempo suficiente para poder preparar bien el examen y que el tiempo no sea el factor central. Ya que suele ser la causa principal de agobio en los estudiantes".
Otra de las claves es acudir a la cita lo más descansado y relajado posible, algo que muchas veces no se tiene en cuenta. "Es muy importante mantener los pensamientos negativos a raya, haber descansado la noche anterior, centrarse en el momento presente y no en lo que nos asusta que pase si no nos sale bien el examen", afirma. En este sentido, y para aumentar también la motivación, podemos ayudarnos de auto instrucciones positivas. Es decir, darnos a nosotros mismos mensajes de apoyo, como por ejemplo: "voy a hacerlo lo mejor posible hoy".
Durante el examen, también es recomendable organizarse bien. La estrategia más óptima es leer bien las instrucciones y, luego, empezar por aquellas preguntas que resulten más fáciles o se dominen mejor para después centrarse en aquellas más difíciles o largas.