Mejorar la perfección resulta complicado, pero para el San Cristóbal, nada parece imposible. Los hombres de Oliver Ballabriga pusieron el broche de oro a una campaña histórica, inigualable y un punto mágica, proclamándose campeones de Catalunya Amateur tras imponerse a la Fundació Esportiva Grama en la gran final que enfrentaba en la Bòbila de Gavá a los campeones de los dos grupos de Primera Catalana.
Tras un curso impecable y con el ascenso bajo el brazo, el San Cristóbal ascendió el último puerto y consiguió redondear su gran temporada. Ante la Grama, los parroquiales hicieron gala de todo aquello que les ha llevado hasta ser campeones: gran fútbol de combinación, ambición y una dosis altísima de seriedad y concentración. En un escenario inmejorable y con un ambiente totalmente festivo, los egarenses tenían ante sí el reto de redondear su gran campaña: y lo consiguieron.
Inicio parejo
El encuentro empezó un tanto frío. El San Cristóbal era dueño y señor de la pelota, pero le costaba profundizar, ya que la Fundació Esportiva Grama esperaba atrás muy bien puesta encima del terreno de juego. De ello, se aprovechó la Grama, que en el minuto 13 tuvo la primera ocasión clara cuando Jafar atacó perfectamente el espacio, pero cuando se disponía a lanzar a puerta, Cristian llegó a ras de suelo para salvar el primer tanto del partido.
Cuando mejor estaba la Grama, apareció Aitor. El habilidoso jugador del San Cristóbal regateó a todo aquel que se le puso por delante, pisó área y ahí, acabó siendo derribado de forma muy clara, obligando al colegiado a señalar pena máxima. Ruy Gama asumió la responsabilidad y transformó en penalti anotando el que sería el primer y único gol de la tarde en Gavà.
A partir de ese momento los parroquiales elevaron a la máxima expresión su estilo de juego, siendo su centro del campo principal protagonista del encuentro. Pese al dominio y la posesión, al San Cristóbal le costaba llegar con claridad al área rival. Se llegó pues al descanso con un 1-0 que hacía justicia a lo visto encima del terreno de juego.
Control sin riesgo
En la segunda mitad, el conjunto egarense prosiguió con la misma idea: cuando tenía la bola intentaba cuidarla al máximo, pero renunciaba a perderla en posiciones complicadas, cediendo la iniciativa en muchos momentos a su rival.
Pese a ello, en el minuto 55 a punto estuvo de sentenciar el encuentro. Almirall penetró a las mil maravillas hasta la línea de fondo, la puso atrás para un Mario que remató pero no pudo superar a Toni, muy acertado.
El encuentro entró a partir de ahí en una fase de desconexión, hasta los últimos diez minutos, donde la Grama fue a por el empate con todo lo que tenía. En esa fase final, el San Cristóbal, mediante Hassen pudo sentenciar, pero el delantero no anduvo del todo acertado en la definición. Cuando el encuentro agonizaba, la Fundació Grama tuvo sus mejores opciones, pero el San Cristóbal aguantó defensivamente, escribiendo así la última página de oro de una temporada que pasará para siempre en la historia de un San Cristóbal que no se cansa de ganar.