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Galí pide al futuro Govern un proyecto que pueda asumir una “sólida” mayoría

El presidente de la Cambra de Terrassa, Marià Galí, reclamó ayer, en la entrega de los premios anuales de esta institución, “estabilidad política” y unas administraciones públicas que “trabajen también por la competitividad territorial”. En este sentido, Galí afirmó que la “ideología no debe frenar los avances económicos de la sociedad. Es necesario debate pero también determinación para las cuestiones transcendentales”, como la falta de infraestructuras, la formación y la creciente desigualdad social, que está reduciendo la clase media. Para el presidente de la Cambra de Terrassa “estabilidad política” no quiere decir que nada cambie o avance, ni estar anclados en el inmovilismo, sino recuperar el “diálogo y el consenso” y dar soluciones reales a “las necesidades de la ciudadanía y de los territorios, con decisiones reales a nivel legislativo, ejecutivo, presupuestario, y no solamente dudosas soluciones de cariz judicial”.

Galí intervinó en el acto de entrega de la edición de 2018 de los Premis Cambra, que se celebraron ayer con la asistencia de unas quinientas personas en el Teatre Municipal La Sala, en Rubí. Durante el acto, que presidió Ana Maria Martínez, alcaldesa de esta localidad, fueron galardonadas un total de quince compañías vallesanas, mientras que el empresario terrassense Antoni Bellido, presidente y fundador de IMC Toys, recibió el premio Cambra al liderazgo empresarial. La representación de la Generalitat de Catalunya la ostentó Joan Aregio, secretario de Empresa i Competitivitat.

Josep Rull, el gran ausente
El presidente de la Cambra también hizo referencia al momento de excepcionalidad que vive Catalunya. En este sentido, manifestó que “desgraciadamente no estamos todos porque algunos que trabajan por la comarca hoy deberían estar en este acto. Como es el caso de Josep Rull (ex conseller terrasense encarcelado en la prisión de Estremera) que tanto ha procurado por la competitividad de nuestra demarcación”. Galí aseguró que quiere un gobierno que defina un proyecto de país que, sin renunciar a los ideales, sea factible y asumible para una sólida mayoría. “Sé que no es fácil, pero se debe intentar, ya que será inevitable hacerlo. Porque, para qué un nuevo estado si la mitad de la población no lo considera necesario, pero igualmente para qué un estado en el que la otra mitad o más no se siente identificada. Pensemos y reflexionemos. ¿Dónde radica la solución? Evolución, nunca involución”, reflexionó

El presidente de la Cambra comentó que la economía se mueve en un contexto de cierta estabilidad, con los indicadores macroeconómicos en positivo, pero añadió que, sin embargo, queda mucho hacer. Uno de los retos pendientes son las infraestructuras, vitales para la movilidad y la competitividad, y que están “casi estancadas” desde la crisis económica. “¿Cuándo veremos acabado el Quart Cinturó, tramo Terrassa-Abrera?, ¿Por fin veremos el enlace AP7-A2 en Castellbisbal?, ¿Y las mejoras ferroviarias?”, se preguntó.

También hizo referencia a la formación y recordó que las tendencias actuales conducen a una necesidad de “perfiles profesionales propios de la sociedad del conocimiento, de las tecnologías de la información y la digitalización y hemos de evitar un gap social en esta cuestión”. Alertó asimismo de la reducción de la clase media, que es el perfil social que mueve el modelo económico más tradicional. En el conjunto del mundo la clase media crece en las economías emergentes pero en Europa y EEUU algunos autores vatician que el 80% de la población deberá luchar por subsitir. “Deberíamos creer que nuestra capacidad de ordenación económica y social hará que esto no pase. Hemos de extraer partido de la revolución digital para que siga habiendo oportunidades para los jóvenes, teniendo trabajo y propiciando una regeneración de la sociedad y una distribución de la riqueza más equilibrada”.

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