Pocos acontecimientos tienen el poder de reclamo de la Fira Modernista, que cada año desplaza a la ciudad a miles de visitantes. La respuesta popular ha convertido la feria en un elemento de atractivo turístico y comercial y un factor clave de proyección de la ciudad.
En 2007, la Generalitat reconocía el valor de la Fira Modernista como acontecimiento cultural otorgándole la calificación de Festa Local d’Interès Turístic de Catalunya.
La ciudadanía de Terrassa se volcará un año más con la feria, que viajará un siglo atrás de la mano de centenares de hombres, mujeres y niños ataviados de época. Burgueses, obreros, comerciantes, fotógrafos. El catálogo de personajes que recorrerán las calles de la ciudad es inagotable.
La Fira Modernista es, además, inclusiva. La visita a la Casa Josep Maria Coll i Bacardit y el itinerario de los 150 años de Lluís Muncunill se harán en lenguaje de signos. Los invidentes tendrán textos en braille para visitar a su aire la Masia Freixa.