Joana Carré Pons, de 63 años, y Miquel Martínez Villanueva, de 51 años, vecinos de Ca N’Aurell e implicados desde siempre en la dinamización del barrio, son los nuevos "padrins" de la Festa de la Santa Creu i l’Arbre Maig de este 2018. El reconocimiento tuvo lugar el domingo en la Sagrada Família y fue el broche final a la fiesta tradicional y popular que, en esta ocasión, tuvo que trasladarse al interior (al local de la parroquia) por la lluvia.
Los homenajeados fueron obsequiados con un ramo de flores y la placa conmemorativa de manos del alcalde Alfredo Vega y de representantes del Esbart Terrassa de l’Agrupació Amunt i Crits. Tras el regalo, Joana y Miquel expresaron su alegría. "Es un honor recibir este galardón y lo queremos compartir con todos, especialmente con aquellas personas que estamos más vinculados". Joana quiso subrayar el colectivo de comerciantes -ella preside la asociación de este sector en el barrio- mientras que Miquel está vinculado a Amunt i Crits desde hace décadas.
El homenaje fue el momento más emotivo de una fiesta que este año, por la lluvia, tuvo que trasladarse al interior del recinto parroquial. Ello no fue obstáculo para que la organización, Amunt i Crits, pudiera llevar a cabo el programa previsto casi al completo. Se suspendió el cercavila al aire libre pero los grupos de cultura popular realizaron sus exhibiciones en el local con el mismo entusiasmo y fueron premiados con fuertes aplausos.
El momento más esperado del espectáculo de cultura popular fue la interpretación del "Ball de la Coca" de Ca N’ Aurell donde los "dansaires" bailaron con el dulce sostenido en una de las manos al ritmo de la música del grupo Musikària. Y como final de las actuaciones sonó y se danzó el "Ball de l’Estapera", que se compartió con los asistentes que lo desearon. La fiesta finalizó con la bendición de la "Creu del Terme" a cargo del mosén de la Sagrada Família, Josep Maria Esplugues y ante la presencia de las autoridades y homenajeados. Minutos después empezó la misa y durante la misma se dio entrada los gegants para que ofrecieran su baile.
La Festa de la Santa Creu y l’Arbre de Maig se celebra en la Sagrada Família desde la década de los cincuenta (1952) y fue instaurada por Joan Calsina y el mosén de entonces, Joan Fortuny. Nació con el objetivo de bendecir la cosecha que crecía en los barrios próximos a Ca N’Aurell y durante la misa se repartían panecillos con la una cruz marcada para dar gracias al producto recogido. La celebración se ha desarrollado de forma interrumpida, salvo entre los años 1973 y 1976 porque el rector durante aquellos años prohibió cualquier manifestación artística e incluso deportiva en el barrio.