Vacarisses contará con un nuevo pozo para la red pública de suministro de agua, paliando así los problemas de escasez que arrastra el municipio, el cual se nutre básicamente de acuíferos. El nuevo pozo se encuentra en la urbanización de Torreblanca y se descubrió el pasado verano gracias a un estudio hidrogeológico encargado por el Ayuntamiento al Institut Català de Recerca de l’Aigua.
Los trabajos consistirán en instalar un sistema de bombeo en el nuevo pozo de Torreblanca para conducir el agua hasta el depósito de distribución de la Torre. El caudal previsto es de unos 35 metros cúbicos por hora. De esta manera, se pretende aumentar las garantías de suministro de agua en Vacarisses.
El proyecto para la puesta en marcha del nuevo pozo fue aprobado en el último pleno municipal con los votos a favor del equipo de gobierno (ERC y Movem Vacarisses), en contra del PSC y VxV y la abstención de UIPV.
Pluviometría
La conveniencia de realizar estas obras surje por la demanda global de agua, después de que haya quedado patente la irregularidad de la pluviometría de los últimos años y la falta continuada de recuperación de los niveles históricos de los pozos de que se nutre el municipio, una tendencia que parece consolidarse. De hecho, desde el Ayuntamiento ya hace meses que se está llevando a cabo una campaña de concienciación para hacer un uso más responsable del agua.
El PSC, antiguo socio de gobierno, y VxV justificaron su voto en contra del proyecto por las dudas que le suscitan el recorrido de la cañería. Aunque ese motivo también fue apuntado por UIPV, principal partido de la oposición, la formación decidió abstenerse porque "el pozo es una necesidad de primer orden", según afirmó el concejal Salvador Boada.
Ante las críticas al trazado del conducto, el alcalde de Vacarisses, Antoni Masana, explicó que la ubicación del pozo se basa en un estudio hidrogeológico.