Correr por una causa solidaria y hacerlo, demostrando que ni la discapacidad ni la movilidad reducida son un handicap. Ese fue el objetivo de la 5ª Cursa Solidària per la Justícia Social, que el domingo movilizó a más de mil inscritos y recogió toneladas de alimentos (5 kilos por corredor) para las personas sin recursos.
La Cursa arrancó pasadas las 9,30 de la mañana en la avenida de Béjar con la competición infantil, que alcanzó los 170 inscritos. La prueba, organizada por el equipo solidario de la Escola Vedruna, se estructuró por categorías de edades. A las 11 de la mañana se estrenó el circuito adaptado, dos kilómetros de recorrido pensado para las personas con movilidad reducida, en el que participaron usuarios de Prodis, asistidos por un equipo de voluntarios de diversas entidades, esplais y del colectivo Egoismopositivo.
En la carrera absoluta, la joven Beth Cáceres (hija del atleta Nacho Cáceres), se alzó a los 13 años de edad con la victoria con un tiempo de 21’51”. La segunda plaza fue para Lola Espinosa (22’29”) y la tercera para Rosa Maria Trapé, con un tiempo de 22’35”.
En la categoría masculina, Lahcen Harbil fue el primero en cruzar la meta a los 16’58”. Le siguieron Redouan Rouaz, a los 17’26” y Robert Hedez Martín, que entró apenas 14 segundos después, a los 17’40”.
Organizada por CCOO y Prodis, a la Cursa Solidària acudieron el alcalde de Terrassa Alfredo Vega, acompañado de varios miembros del gobierno municipal, así como el secretario general de CCOO de Catalunya. Para Javier Pacheco, la Cursa es "un hito muy positivo para Terrassa y su compromiso por construir una sociedad más inclusiva, gracias al esfuerzo de personas con diversidad funcional". Como los atletas, dijo, CCOO "también libra una carrera de fondo por una sociedad más progresista, inclusiva e igualitaria".