El consumo de aparatos eléctricos y electrónicos en España hace que cada vez generemos más desperdicios de este tipo. Según el informe Global E-waste Monitor 2017 del programa Ciclos Sostenibles de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), cada español produce una media de 20 kilos de basura electrónica al año.
Esto supone un 17% más de desechos que hace cuatro años, de acuerdo con los cálculos de la plataforma especializada en la reutilización de aparatos electrónicos Back Market, que ha comparado los registros de los últimos informes de la UNU al respecto. Unos datos que hacen que los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) sean el tipo de basura que más rápido crece en la actualidad. En concreto, la producción de estos desperdicios crece tres veces más rápido que la media de los residuos urbanos, entre un 16% y un 28% cada cinco años.
En total en nuestro país se producen cerca de un millón de toneladas de chatarra electrónica cada año, 930.000 toneladas de acuerdo con los últimos registros de la UNU. Desde Back Market afirman que el consumo de aparatos eléctricos ha disparado un 43% el volumen de basura electrónica generada en España desde 2010, cuando se producían 652.000 toneladas de este residuo-dato de la Universidad de Salamanca-.
España es el quinto país europeo que más basura electrónica produce por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. A nivel global, el año pasado se generaron cerca de 45 millones de toneladas de RAEE en todo el mundo y las previsiones apuntan a que esta cifra siga creciendo en los próximos años tal y como se refleja en el informe Global E-waste Monitor 2017. Un dato alarmante teniendo en cuenta las graves consecuencias que tienen estos desechos en el medioambiente y la salud de las personas.
Este crecimiento del volumen de RAEE se debe fundamentalmente al aumento del consumo de todo tipo de aparatos eléctricos y electrónicos como tablets, smartphones, ordenadores y pequeños y grandes electrodomésticos, que suelen reemplazar los que ya tenemos cuando todavía se podrían seguir utilizando. “Es necesario impulsar medidas eficaces que frenen el crecimiento de estos residuos, fomentando la reutilización y el consumo más eficiente de los dispositivos eléctricos y electrónicos. Como usuarios deberíamos preguntarnos también si realmente necesitamos comprar un teléfono móvil nuevo cuando podríamos seguir utilizando el que tenemos”, señala Thibaud de Larauze, CEO de Back Market.