Mustafa Chadlioui hace tiempo que ha asumido la condición de líder del boxeo terrassense contemporáneo. Campeón de España del peso semipesado y merecedor de la corona de la Unión Europea que los jueces le arrebataron hace pocas semanas en Roma, reúne el boxeo y el carisma suficiente para llenar por sí solo una instalación deportiva en su ciudad. Lo hizo el sábado en La Cogullada, donde el espacio deportivo del barrio casi se quedó pequeño por el sólo hecho de ver en directo a un púgil que se esfuerza en ofrecer espectáculo cada vez que sube al ring.
Musta cuida la escenografía de sus combates sabiendo que cuenta con una legión de seguidores que aprecian su carisma. Apareció a lomos de una espectacular Harley Davidson, adornado con su conocida gorra con el nombre de su padre y con uno de sus auxiliares portando la bandera de Terrassa, un sello que exporta cada vez que tiene oportunidad.
No le fue sencillo a Musta cumplir con los requisitos que demanda el espectáculo el sábado ante un púgil georgiano (Zura Mekereshvili) de muy dudosa condición física y ránking poco estimulante en los últimos tiempos. Aunque Musta no mantiene el mismo estado de forma de hace un mes y medio cuando disputó el título de la Unión Europea, tuvo suficiente con utilizar sus mejores recursos técnicos para imponerse en el quinto asalto por KO técnico a un oponente que únicamente le podía hacer daño en alguno de sus descordinados golpes lanzados al aire, peligrosos por la dureza de sus manos aunque imprecisos por su dudoso concepto pugilístico.
Superioridad
Musta saltó al cuadrilatero con cautela por la rudeza de Zura Mekereshvili, pero acumulando puntos con un boxeo más ortodoxo que el de su rival y con alternativas variadas que fueron causando daño en el físico del púgil georgiano. En el quinto de los seis asaltos establecidos para este enfrentamiento, el árbitro decidió parar el combate y dar vencedor a Musta por KO técnico después de un asalto en el que el terrassense intensificó su castigo y forzó la máquina en busca del golpe definitivo que le diese un triunfo de mayor brillo.
Esta es la duodécima victoria de Musta en el campo profesional y la octava que se produce por la vía rápida. Su trayectoria se completa con tres derrotas y dos nulos.
La velada contó con un segundo combate profesional, el protagonizado por Alejandro Moya que se enfrentó al georgiano Kakha Avetisiani. Moya se impuso por inferioridad en un combate que dominó con autoridad desde el primer momento, confirmando su condición de aspirante al título español del peso superligero.
El CB Terrassa, en el capítulo de combates amateurs, contó con el concurso de Zizou Chaqui, que se impuso a Kevin Camacho en la categoría de 60 kilos.