La procesión de La Burriquilla y el Domingo de Ramos fueron el primer paso de la celebración en Terrassa de la Semana de Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. De domingo a domingo, los cristianos más fervientes viven las actividades litúrgicas con la devoción inherente a una conmemoración que, como destaca el Obispado, constituye "el centro de la fe cristiana". Hoy, Jueves Santo, empieza para muchos, sin embargo, una semana de cinco días que tendrá mañana en el Via Crucis uno de sus momentos esenciales.
A las siete de la tarde, el obispo de Terrassa, Josep Àngel Saiz Meneses, presidirá la Misa de la Cena del Señor en la Catedral del Sant Esperit, y lavará los pies a doce miembros de la comunidad cristiana. Misas similares se celebran en el resto de parroquias para recordar la Cena Pascual y tres acontecimientos centrales de la fe: la institución de la Eucaristía en la Última Cena, la institución del sacerdocio y el mandamiento de quererse los unos a los otros. Jesús lavó los pies a sus discípulos. "Porque eso es amar, es como lavar los pies. Es ser sirviendo a los otros", clamó el Papa Francisco el año pasado en su homilía de la Cena del Señor, que reproduce en un tríptico la parroquia del Sant Esperit.
Una vez, recordó el Pontífice, los discípulos discutieron entre ellos sobre quién era el más grande, el más importante. Y Jesús les dijo: "Si alguien quiere ser importante, debe hacerse el más pequeño y el servidor de todos". Y es fue lo que hizo Jesús, según la homília del Papa: "Y es eso lo que Él hizo, es eso lo que hace Dios con nosotros: nor sirve. Es el sirviente. ¡A todos nosotros, que somos pobre gente, a todos!". El Obispo de Roma subrayó que la ceremonia del Jueves Santo no es "folclórica", sino un gesto "para recordar lo que nos dio Jesús".
Las misas solemnes darán paso a una hora santa de oración ante el Santísimo para recordar a Jesús en Getsemaní justo antes de ser apresado y llevado ante el Sanedrín para su juicio.
El encuentro
La Procesión del Encuentro, en el barrio de Les Arenes, se ha consolidado como uno de los actos populares de mayor calado en la Semana Santa egarense. Empezará a las ocho de la tarde de hoy, ha sido organizada por la parroquia de la Mare de Déu de Les Arenes y en se prevé que participen en ella, desde dentro, unas trescientas personas. Los visitantes serán muchos más. Fueron más de tres mil en anteriores ediciones. El obispo presidirá esta procesión que cuenta con varias cofradías y que fue recuperada en el 2011. A las diez de la noche está previsto el Encuentro de tres pasos, el instante más emotivo, con la bendición del obispo. Y a las 10.45 se estrenará la Danza de la Muerte en la entrada de la iglesia de Santa Maria de Les Arenes.
El Viernes Santo es el día clave, el de la muerte de Jesucristo en la cruz. No hay misa propiamente dicha, pero se comulga del Cuerpo de Cristo consagrado el jueves en la Misa de la Cena. Se adora la Cruz y se lee el relato de la Pasión. Las parroquias de la diócesis realizarán la celebración, que en la catedral de la Plaça Vella será presidida por Josep Àngel Saiz Meneses.
Por la tarde, a partir de las ocho, llegará el Via Crucis, acto crucial de la Semana Santa que llenará de fieles el Centre en el desfile de recuerdo al camino de Jesús al Calvario. Principiará en la Plaça Vella y discurrirá por la calle de la Font Vella, la del Cardaire, la de Sant Pere, el Raval de Montserrat y las calles de la Unió y Major, para llegar de nuevo a la Plaça Vella.
Los Portants del Sant Crist llevarán la imagen de Jesús y la Confraria de la Mare de Déu dels Dolors portará el paso de la Pietat. Otro paso, el de de los armados, acompañará a la Cruz en un recorrido que contará con la música de la Capella de la Catedral. Habrá otros Via Crucis en cuatro parroquias de Terrassa y su comarca natural: en Sant Valentí, Les Fonts, Ullastrell y Matadepera.
Habrá tiempo durante este Viernes Santo para una celebración ecuménica, de católicos y evangélicos. Es el sermón de las Siete Palabras, una plegaria concebida a partir de las últimas palabras pronunciadas por el Redentor en la Cruz, según los evangelios. El acto tendrá lugar a las diez de la mañana en la parroquia de Sant Pere.
El Sábado Santo es jornada de recogimiento, de espera solemne y silente, aguardando la celebración de la Resurrección, columna de la fe cristiana. Como subraya el Obispado, la Vigilia Pascual, el sábado por la noche, es "la celebración más importante del año para los cristianos", que son convocados "para celebrar la victoria de Jesucristo sobre la muerte". A oscuras, fuera del templo, alrededor del fuego, se enciende el cirio pascual y se desfila en procesión dentro de las iglesias.
Se lee sobre la salvación, se bendice el agua del bautismo y se renuevan promesas. La Misa da fin a la vigilia. El obispo presidirá a las diez de la noche la de la Catedral. Precisamente Saiz Meneses, en su mensaje de Pascua, calificó la Resurrección como "luz que ilumina la vida de todo ser humano, que da sentido a su existencia, que disipa sus zonas de incertidumbre".
Lo material
En la oscuridad de la muerte y del dolor, "Cristo penetró como la luz, y la noche se hizo luminosa como el día: la muerte se rindió ante la vida y las tinieblas se desvanecieron ante la luz". El obispo destacó que en nuestra sociedad muchas personas "viven tristes y asqueadas". Muchos tienen todo lo material, "pero han perdido el sentido de la vida y el goce de vivir. Los beneficios materiales, los avances científicos y tecnológicos, las múltiples posibilidades materiales de que disponen, no acaban de saciar su sed de felicidad. Por eso es tan necesario un testimonio de alegría y esperanza, un testimonio que provocará no pocos interrogantes".
La celebración se tornará más solemne el Domingo de Pascua en todas las iglesias parroquiales. En la misa catedralicia de las doce del mediodía, Saiz Meneses impartirá la bendición apostólica. La Semana Santa tocará a su fin el Lunes de Pascua con tres actos litúrgicos en la Catedral. Una misa empezará a las nueve de la mañana. Otra, a las doce del mediodía. La tercera, a las ocho de la tarde.