La Escola Superior d’Enginyeries Industrial, Aeroespacial i Audiovisual (Eseiaat) del campus de la UPC repitió ayer como sede en Terrassa de las Proves de Cangur 2018, unas pruebas de matemáticas que se convocan a nivel internacional cada año. Un total de 895 alumnos de 4º de ESO y 1º y 2º de bachillerato de 20 centros de Terrassa y comarca se inscribieron al certamen para desafiar sus conocimientos en esta materia que aún continua siendo una de las que causa menos empatía.
Los jóvenes se retaron a un cuadernillo de treinta ejercicios, de dificultad creciente y de respuesta cerrada, con cinco opciones para cada problema. Todos los problemas que se plantean son iguales en todo el mundo y deben resolverse en una hora y quince minutos. Los enunciados están preparados por Le Kangourou sans Frontières y en cada lugar colaboran asociaciones. En Catalunya se encarga la Societat Catalana de Matemàtiques.
Las pruebas están diseñadas para que el alumno desarrolle más la capacidad de lógica e ingenio que la fórmula matemática. Con esta actividad, los matemáticos quieren estimular y motivar el aprendizaje de esta asignatura.
Los alumnos que acudieron a las Proves Cangur pudieron complementar su estancia en la UPC con actividades complementarias donde se aplican las matemáticas. El campus ofreció una presentación y explicación del proyecto ecoRacing y de la construcción del bólido eléctrico EcoRZ. Lo hicieron alumnos de este proyecto, los cuales subrayaron la importancia de la materia en la Fórmula 1 y en la construcción de coches.
Asimismo, otro grupo de universitarios de la UPC, que lidera el proyecto Cosmic Research, presentaron su proyecto aerospacial. También les invitaron a resolver un problema de lógica protagonizado por un grupo de 20 astronautas que han sido abandonados en un planeta similar a la Tierra.
