Cecot Formació ha conseguido la inserción laboral del 40% de los jóvenes que han participado en los dos programas de Garantia Juvenil Singulars e Integrals desarrollados por la patronal, además de lograr que un 12% de los participantes retomasen los estudios. Estos programas están impulsados por el Servei d’Ocupació y financiados por el Fondo Social Europeo.
Una selección final de 60 jóvenes, de entre 80 aspirantes, se han beneficiado de los programas Singulars o Integrals. Éstos se han centrado en formar perfiles como torneros, soldadores, auxiliares de almacén o recepcionistas con herramientas TIC e idiomas para favorecer la inserción laboral de los jóvenes en sectores con carencia de profesionales cualificados.
Estos dos programas se han desarrollado durante 2017 y ha participado 30 jóvenes en cada uno de ellos. El perfil de los participantes ha sido el de jóvenes de entre 16 y 29 años en paro e inscritos en el registro de Garantia Juvenil del Servei d’Ocupació.
El punto en común de los dos programas ha sido la orientación y acompañamiento individualizado de los jóvenes desde el momento de su puesta en marcha y, en paralelo, la activación de las tareas de prospección de empresas por parte del personal técnico de Cecot Formació. Ambos programas cubren una doble vertiente: mejorar la situación laboral de los jóvenes en paro -construyendo con cada uno de ellos una hoja de ruta personalizada y dotándolos de una formación profesional a medida y ligada al puesto de trabajo- y cubrir la necesidades profesionales que tienen actualmente las empresas de los sector de la fabricación mecánica y soldadura, de la logística y de la atención al cliente, con dificultades para resolver el relevo generacional de los oficios.
Cecot Formació es una entidad en contacto permanente con el tejido empresarial del sector del metal de la comarca y conociendo de primera mano algunas de sus dificultades, como la de encontrar nuevos perfiles laborales, sobre todo en la población joven, ha capacitado, profesionalizado y formado jóvenes en el oficio de tornero con soldadura.
Diversos itinerarios formativos
A pesar de que el objetivo de los programas Singulars e Integrals ha sido la inserción laboral o el regreso al sistema educativo de estos jóvenes, cada programa ha seguido un itinerario formativo diferente.
El programa Singulars ha constado de cuatro fases que han combinado tres actuaciones diferentes, de modo que se ha creado un itinerario personalizado para cada participante. En la primera fase, estos jóvenes trabajaron con una herramienta elaborada específicamente para el proyecto para definir su perfil competencial: consistió en un cuestionario online de motivaciones, intereses, aptitudes y actitudes que definían sus competencias.
La segunda fase fue la de tutorización e incluyó actuaciones de asesoramiento individualizado y orientación profesional. La tercera fue la de formación profesional a medida y emprendeduría. Para reforzar las competencias profesionales de los jóvenes se hizo una formación teorico-práctica de torno-fresa y soldadura, un módulo de prevención de riesgos laborales y otro de emprendeduría y promoción de la cultura emprendedora de todo este colectivo. En diciembre pasado finalizó la cuarta etapa del programa, que fue la de ocupación. En esta última fase se ofreció información laboral y acompañamiento en la búsqueda de empleo y se continuó haciendo prospección de empresas. A éstas se les ofreció los perfiles de los jóvenes para que pudieran contratarlos y, a la vez, beneficiarse de las ayudas
que ofrece Garantia Juvenil por su contratación. La valoración del programa ha sido muy positiva y la formación a medida en temas de mecánica básica ha sido muy adecuada para poder ofrecer perfiles de jóvenes aprendices en el oficio de tornero o fresador. Al finalizar el programa, se consiguió el porcentaje de inserción que se había fijado como objetivo, del 40%. Del resto de alumnos, cinco volvieron al sistema educativo y cursan un ciclo formativo de grado medio.
En cuanto al programa Integrals, a la fase de selección siguió la de tutorización. La tercera fase fue la de la formación profesional: se realizó una formación teórico-práctica que estuvo compuesta por dos acciones formativas, un certificado de profesionalidad de actividades auxiliares de almacén y una acción formativa a medida de recepcionista con herramientas TIC e idiomas.
La cuarta fase fue la de búsqueda de empleo. Así, al finalizar el programa se consiguió el porcentaje de inserción que se había fijado como objetivo, del 31%. Del resto de alumnos, siete están haciendo ciclos formativos de grado medio y superior.
