Terrassa será a final de año una de las primeras grandes ciudades del Estado español en municipalizar la gestión del agua y hacerlo, además, en un contexto especialmente complejo. El cambio de modelo cuenta con el apoyo de 20 de los 27 concejales del ayuntamiento. PSC, TeC, ERC-MES y la CUP votaron el septiembre de 2017 la aprobación inicial del cambio a la gestión pública y se espera que el próximo jueves den el espaldarazo definitivo a la municipalización.
La gestión directa pone fin a 75 años de concesión privada en la ciudad, donde Mina, Aigües de Terrassa sigue prestando el servicio en régimen de prórroga desde el 10 de diciembre de 2016.
La compañía no ha convencido al Ayuntamiento de cogestionar el servicio mediante una empresa mixta y mantiene un litigio en los tribunales por la titularidad de los bienes y el coste de la reversión. El viernes pidió la mediación del Col·legi d’Advocats de Terrassa.