Terrassa

Una exposición de Antoni Bernard ocupa el Cultural

El 8 de marzo se inauguró en la Sala 5 del Centre Cultural Terrassa la exposición "Retrats d’Antoni Bernard", una propuesta que permanecerá hasta el próximo 13 de mayo en la misma sala, aglutinando más de una treintena de imágenes representativas de esta faceta del fotógrafo barcelonés.

La colección forma parte del fondo de fotografía de la Fundació Vilacasas y es, a la vez, una selección de la obra completa "Catalans. Retrats", que aglutina un conjunto de 200 obras fotográficas elaboradas entre los años 70 y 80 del pasado siglo. La muestra que llega al Cultural aglutina, en concreto, las imágenes de personalidades del mundo cultural, social y político catalán, entre los que encontramos a artistas de la categoría de Dalí, Joan Brossa, Teresa Gimpera, Mercè Rodoreda, Bigas Luna, Josep Guinovart, Antoni Tàpies, Mas o Maragall.

La exposición lleva colgada desde hace algunos días pero su presentación a la prensa, con presencia del artista, se produjo ayer. La charla coincidió con una de las sesiones para escuelas en el marco del programa "Exploradors de l’Art", lo que propició que varios alumnos y alumnas de la escuela El Vapor tuvieran la oportunidad de preguntar al artista, de primera mano, muchos detalles sobre su trabajo, algunos verdaderamente insólitos (como si era rico o cuánto cobraba.)

Uno de los conocimientos que traspasó Antoni Bernard a estos alumnos de primaria fue que, en fotografía, "lo más importante de una imagen es la luz."

Multitud de anécdotas
Más tarde, ya ante los periodistas, desveló algunos de los secretos de las fotografías, pero sobretodo, explicó multitud de anécdotas o datos desconocidos.

Bernard se preocupó, tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, de "retratar a personajes e introducirlos en su contexto", especialmente tras darse cuenta de que "existía una serie de personajes que llamaban mucho la atención, gente muy importante, que comenzaban a salir en los diarios pero con una imagen que no se correspondía con lo que exactamente eran ellos." Pensó que "esta gente se merce buenas fotografías acordes con su figura", pese a que el trabajo le obligó a encontrar tiempo que no tenía, en una época en la que trabajaba a destajo (Bernard era fotógrafo de moda.)

Con "ayuda de amigos intelectuales" hizo una lista de contactos con estas personalidades, y si bien algunos estuvieron "muy contentos", otros se mostraron visiblemente "díscolos." Fue el caso de Josep Pla, quien al principio se negó a recibirlo pero quien una vez vistas las fotos, le gustaron mucho y le dijo: "Me has sacado como soy yo, un perro rabioso." También encontró a quienes vivían de una manera muy humilde, como Agustí Bartra y Anna Murià, y se tuvo que gastar una fortuna en taxis buscando sombreros (de un sacerdote, un guardia civil y uno de copas) con los que Brossa -aficionado a la magia- saldría retratado. También recuerda que Pujol se comportó "como Napoleón…".

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