El Festival de Jazz de Terrassa ya ha cogido el ritmo. Con el ambiente expectante de siempre, una Nova Jazz Cava repleta hasta el límite (a la hora se formó una cola larguísima ante la que pasaría el actor reconvertido a político Juanjo Puigcorbé) acogió ayer el acto de apertura, y el concierto inaugural de Gabriel Amargant.
"Este es un año especial porque tenemos un conseller terrassense que no está aquí, cuando habría sido su primer Festival de Jazz de Terrassa como conseller", abrió el acto Jordi Chueca, presidente de Amics de les Arts i Joventuts Musicals, recordando a Lluís Puig. "Nos conocíamos desde jóvenes, y me duele que no pueda estar hoy aquí, por las causas que todos sabemos", añadió. Sus palabras fueron seguidas de un intenso y largo aplauso.
"El jazz se forjó en ambientes casi marginales, para adquirir pronto una gran dimensión. No es extraño que en Catalunya, país siempre abierto a las nuevas corrientes de todas partes, haya arraigado con fuerza, y la prueba es este festival de jazz", dijo el diputado delegado de Cultura de la Diputació de Barcelona, Juanjo Puigcorbé. Elogió que el festival traiga siempre lo mejor del jazz foráneo sin olvidar los músicos autóctonos, herederos del legado de pioneros como Tete Montoliu, el Modern Jazz Sextet o La Locomotora Negra, y Puigcorbé por su parte no quiso olvidar "los contratos precarios" y las dificultades económicas que afrontan éstos "en esta crisis que aún no hemos superado".
"En los momentos de represión"
"Cualquier movimiento reivindicativo siempre comienza con la gente de la cultura -prosiguió Puigcorbé-. Y en los momentos de represión también han sido, hemos sido, los músicos y los artistas los primeros que hemos recibido. Porque, y de esto nos empezamos a dar cuenta ahora, los artistas son el verdadero I+D de la sociedad".
El director del área de música del Institut Català d’Indústries Culturals, Albert Bardolet, se añadió "al apoyo y el recuerdo que hemos teneer a nuestro conseller, apreciado también y especialmente por el sector musical. Estábamos muy contentos de tener un conseller músico, es algo que no sucede muy a menudo". Bardolet expresó su voluntad de que "de todas maneras, todo vaya avanzando, pese a las dificultades, que son muchas. Ojalá que las cosas se vayan resolviendo con el diálogo que de algún modo también invita a hacer la música"
Subrayó seguidamente la "vivencia que en Terrasa hacéis del jazz, su arraigo y, la fidelidad del público, que es de calidad". El alcalde Alfredo Vega recordó la primera cava de la calle de Sant Quirze, "donde se hablaba de libertad y de cosas que desconocíamos, y el jazz envolvía todo aquello". Y que 1959, cuando empezó en Terrassa. "nadie hubiera pensado que se convertiriía en lo que es el jazz, y el festival, para nuestra ciudad".
Finalizados los parlamentos, Jordi Chueca anunció a Valentí Grau, que apareció en el escenario entre aplausos. "Hola amigos, buena tarde. Hoy llevo unos apuntes, porque siempre cambio los nombres, nada, cuatro pinceladas." Tras afirmar que "el programa es esencial para seguir el festival" y que "recomiendo la asistencia a los conciertos de la Nova Jazz Cava", y agradecer la colaboración de los patrocinadores, Valentí Grau levantó el puño para manifestarse "también en solidaridad con el Día Internacional de la Mujer", lo que generaría el tercer aplauso de la velada.
"Y vamos ya a la actividad: !Concierto!", gritó, antes de anunciar a "tres fuera de serie", los componentes del Gabriel Amargant Trio, del que mostró su nuevo disco "Aire", "recién salido del horno. Lo acaban de llevar". "No sabéis la ilusión que me hace este concierto, e inaugurar este festival", dijo el saxofonista Gabriel Amargant, mientras el contrabajista, Marko Lohikari, daba las primeras notas del festival.