En el Día Internacional de la Mujer este diario ha analizado la presencia femenina en los últimos consistorios municipales bajo la presidencia de los alcaldes socialistas Pere Navarro, Jordi Ballart y el actual Alfredo Vega. Cabe decir que en los últimos siete años, desde 2011 hasta la fecha, pocas cosas han variado en el reparto de cuotas del Ayuntamiento y en un Consistorio formado por 27 ediles. Los hombres siguen siendo mayoría ocupando más de un sesenta por ciento de representación, mientras que las mujeres se quedan con menos de un cuarenta por ciento.
Examinando los equipos de gobierno socialistas de Pere Navarro, Jordi Ballart y Alfredo Vega, la presencia de féminas ha sido de un 33 por ciento. El ejecutivo de Navarro, tras las elecciones de mayo de 2011, estaba integrado por once políticos, siete de los cuales eran hombres y cuatro mujeres. Formaron parte las ediles Carme Labòria, Llüisa Melgares, Josefina Soler y Teresa Casals. En el reparto de competencias, las concejales se ocuparon de diversos temas. Destacó Carme Labória con atribuciones sobre Empresa, Trabajo y Comercio, una cartera que a menudo se suele adjudicar por su peso económico a los hombres políticos.
Melgares se ocupó de Vivienda, Ciudadanía, Derechos Civiles y Políticas de Género, mientras que Casals hizo lo propio con Personas Mayores y Soler con Solidaridad y Cooperación internacional. El pacto de los socialistas con ICV-EUiA comportó la entrada de tres concejales de esta formación de izquierda en el gobierno de Navarro. La concejal de Iniciativa, Eva Herrero, asumió la cartera de Medio Ambiente.
El alcalde Pere Navarro dejó el cargo de alcalde a finales de 2012 y fue sustituido por Jordi Ballart, quien ya formaba parte de su gabinete con atribuciones en Urbanismo, Vía Pública, Movilidad y Seguridad. Con Ballart poco cambiaron las cosas, al principio, puesto que dio continuidad al gobierno constituido tras las elecciones de 2011.
Durante su mandato, Ballart aplicó remodelaciones diversas. Las más relevantes tuvieron lugar a lo largo de 2013 y 2015. En febrero de 2013, la concejal Carme Labòria se convirtió en teniente de alcalde y máxima responsable de toda el área de Planificación Urbanística y Territorio y Almudena Almagro se responsabilizó de Políticas de Género.
El mandato de 2015
En enero de 2015, otra política mujer, la edil Josefina Soler fue también nombrada teniente de alcalde y asumió toda el área de Hacienda y Servicios Generales. Añadir aquí que Labòria dejaría el gobierno socialista a finales de 2014 y que sus atribuciones en enero de 2015 fueron asumidas por Alfredo Vega.
Tras las elecciones de mayo de 2015 ganadas por los socialistas, el alcalde Jordi Ballart formó un gobierno en minoría (el PSC obtuvo nueve concejales , dos menos que en 2011), de los que seis eran hombres y tres eran mujeres. Repitió escaño municipal Llüisa Melgares y se estrenaron Rosa Maria Ribera y Maruja Rambla. Ballart optó de nuevo por dar una de las cuatro tenencias de alcaldía, la primera, a una mujer, en este caso a Rosa Maria Ribera que se responsabilizó de toda el área de Derechos Sociales y Servicios a las Personas. Curiosamente todas las carteras que dependían de su área, como Educación, Ciudadanía, Vivienda, Salud, Políticas de Género, Personas Mayores y Solidaridad estaban en manos de mujeres; fueron asumidas por Llüisa Melgares y Maruja Rambla. Sólo hubo una cartera de estas, la de Servicios Sociales, que recayó en un concejal, Noel Duque.
Ballart era consciente de que nueve ediles frente a 27 eran pocos y negoció con los otros partidos para buscar un socio estable. Lo halló en CiU (Convergència i Unió) ahora desaparecida y reconvertida en el PDeCAT (Partit Demòcrata Català). Con el pacto, el alcalde efectuó algunos ajustes en el cartapacio y la concejal de CiU, Meritxell Lluís, se ocupó de Ciudadanía y Calidad Democràtica, y Capacidades Diversas y Accesibilidad.
Dimisiones y relevo
El mandato iba tomando cierta estabilidad pero se truncó a raíz del proceso soberanista de Catalunya que cada vez tomó más fuerza y visibilidad y obligó a muchos políticos a posicionarse sobre los acontecimientos y precipitar dimisiones antes de acabar la legislatura. En este sentido, Terrassa vivió una de las crisis de gobierno local más importantes. Socialistas y PDeCAT rompieron el pacto de gobierno, dimitió Ballart y con él cinco concejales dejando sólo a cuatro de los nueve que había logrado en las elecciones de mayo de 2015.
Tras debates y movimientos de mucho calado de partidos con representación municipal, como Terrassa en Comú (TeC) y ERC-MES, los socialistas consiguieron mantener el gobierno. Un político socialista de confianza y de peso en los últimos ejecutivos, Alfredo Vega, reemplazó a Ballart y tanteó a concejales en la reserva para cubrir los huecos dejados por Jordi Ballart, Noel Duque, Llüisa Melgares, Rosa Maria Ribera y Maruja Rambla. Fueron sustituidos por Eva Candela, Manuel Giménez, Gracia García, Javier García, Jordi Rueda y Adrià Sánchez. Vega nombró nuevo gobierno y a una concejal, Eva Candela, como tercera teniente de alcalde para responsabilizarse de la gran área de Derechos Sociales y Servicios a las Personas que antes había recaído en Rosa Maria Ribera, otra mujer. De nuevo, los socialistas confiaron Servicios Económicos a una fémina, Gracia García, aunque la cartera depende directamente del alcalde Alfredo Vega.
Echando la vista atrás cabe decir que los socialistas -siempre gobernando desde la recuperación de la democracia- han arriesgado poco en la cabecera de cartel y hasta la fecha no han presentado a ninguna mujer de este partido para ser alcaldesa. Una tónica que también han mantenido la mayoría de partidos que han entrado en gobierno o en la oposición. De hecho, la CUP ha sido la única formación en Terrassa que, en los comicios de 2015, presentó en el número uno a un rostro de mujer, Maria Sirvent, que ahora es diputada al Parlament.