El diputado de la CUP Carles Riera ha afirmado hoy que el desacuerdo con JxCat y ERC es “radical” pero ha indicado que no vetan “ningún nombre”, y ha retado al presidente del Parlament a “desobedecer” y permitir el voto delegado de Carles Puigdemont y Antoni Comín para la investidura de Jordi Sánchez.
En rueda de prensa después de iniciar la ronda de contactos del presidente del Parlament, Roger Torrent, para proponer un nuevo candidato para la investidura, Riera ha pedido una “propuesta radicalmente diferente” a los otros dos partidos independentistas y ha reiterado que, mientras esto no se produzca, sus diputados se abstendrán en la investidura de cualquier candidato.
“La CUP no ha vetado a Jordi Sànchez (…). En nuestro consejo político -celebrado el sábado- ni hemos entrado a hablar de nombres”, ha asegurado Riera, que además ha recordado que la abstención de la CUP permite que JxCat y ERC invistan al candidato que propongan en segunda vuelta, si así quieren.
Para hacerlo, el líder de Jxcat, Carles Puigdemont, y el diputado de ERC Toni Comín, que se encuentran en Bruselas huidos de la justicia española, deberían pedir la delegación de voto -y poner en dificultades legales a la mayoría independentista de la Mesa- o renunciar a su escaño, opción esta que la CUP consideraría “una deslealtad a sus electores”.
Así, la CUP ha retado a Torrent y a las otras dos formaciones independentistas a permitir la delegación de voto. “Nos preguntamos: si no están dispuestos a asumir este pequeño acto de soberanía y esta pequeña desobediencia, ¿cómo harán todas las otras desobediencias, que implican una desobediencia necesaria al Tribunal Constitucional?”.
Así, Riera ha indicado que la abstención de su partido pone a los otros dos partidos favorables a la independencia ante un “espejo”, pues dependiendo de cómo actúen se constatará si quieren “materializar la república catalana” o si apuestan por el “autonomismo”.
Riera ha afirmado que el diálogo con JxCat y ERC está en estos momentos “interrumpido” y que los anticapitalistas solo se sentarán de nuevo a hablar si sobre la mesa hay un “programa republicano”, pero no si lo que se pretende es hablar de “migajas autonomistas”.
“No queremos ir a elecciones, no es el escenario que deseamos”, ha dicho tras reconocer que es una hipótesis que no debe descartarse: “Debemos tener suficiente responsabilidad para que la república que votó la gente -a su modo de ver, tanto el 1-O como en las elecciones del 21-D- se haga realidad a través de una institucionalidad republicana. Lo que no votó la gente es hacer autonomismo”.
Riera ha sentenciado, para no dejar atisbo de dudas, que “la única manera de materializar la república es hacerlo de forma unilateral: asumir la represión y tener siempre preparado un relevo”.