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“Necesitaba volver a los orígenes”

Xavi Camacho dejó atrás el pasado sábado un camino de más diez años. Un camino en el cual ha competido en casi todas las categorías del básquet catalán, ha hecho crecer al Sant Pere y sobretodo, ha conquistado la sonrisa de toda la gente que el pasado sábado, le despidió en el Casal.

La primera pregunta es fácil. ¿Cómo está?
Muy bien. Centrado en las categorías de formación. Ahora llevo dos equipos de base y estoy contento. Es volver a los orígenes, algo que necesitaba. A entrenar cada día, a ver como los niños mejoran.

¿Cómo sentó el cambio en la plantilla?
La verdad es que los jugadores no se lo esperaban. Estuvimos charlando y al final entendieron que era lo mejor. Yo necesito entrenar y al final, me estaba quemando. Por suerte siempre me han respetado y pactamos que mi salida fuera en un partido en casa.

No deja de sorprender el momento. ¿Por qué ha tomado la decisión ahora?
A principio de temporada el club ya sabía que éste sería mi último año. Llevo mucho tiempo y necesitaba un cambio. El problema es que el día a día se ha ido complicando. Para mí es básico. Como entrenador lo necesito y llegó un momento que no veía que mi trabajo surgiera efecto. Hablé con el club y decidimos que lo mejor era dar un paso al lado.

Después de tanto tiempo y pese a la situación del equipo, el último día seguro que fue especial para usted. ¿Cómo lo vivió?
Tengo agradecer el club su gestión. Mi intención era dejar el equipo una semana antes, pero me hicieron ver que lo mejor era acabar mi etapa en un partido en casa. Durante el encuentro, lo viví como un partido más. Al final, siempre tienes aquella sensación de nervios pero lo que me hace más feliz es el cariño de la gente.

Una vez ha puesto punto y final, ¿con qué se queda?
Con el primer año. Fuimos campeones de Segunda Catalana. Además, logicamente, me quedo con el cariño de la gente y aquellos días en que el Casal estaba lleno.

Y después de todo, si tuviera que hacer algo diferente, ¿qué sería?
Me hubiera gustado dar un poco más de salida a la gente de la casa. Creo que en los primeros años el afán por subir de categoría nos "cegó" un poco, pero también es verdad que, si lo analizas, es muy complicado. El club no estaba preparado. Por eso, ahora es uno de los principales objetivos.

¿Y cómo cree que pueden hacerlo?
La base de un club es tener buenos entrenadores en las categorías de formación. El tesoro de los clubes actualmente son sus entrenadores. Tener buen material en cuanto a entrenadores, es sinónimo de tener buenos jugadores. Por ahí empieza todo. Y aquí, en Terrassa, tenemos un déficit.

En ese complicado ecosistema que es la ciudad de Terrassa, ¿qué valoración hace del momento actual del básquet en la ciudad?
Lo primero de todo es que somos demasiados clubes para la gente que movemos. En segundo lugar, tenemos un déficit relacionado con la formación de jugadores, no formamos jugadores. Creo que en ese sentido tendríamos que dar todos un paso hacia delante. Y por último, considero que todo el mundo hace la guerra por su cuenta, y así, es muy complicado.

¿Ve solución?
Creo que todo pasa por un proyecto común, pero es demasiado complicado, pese a que seguramente, todos saldríamos ganando.

¿Hay algún otro problema?
Sin duda. Sin querer poner en tela de juicio la el trabajo de nadie, creo que uno de los problemas, tanto de los clubes como del básquet, son los juegos escolares.

¿Por qué?
Necesitan una enorme restructuración. No puede ser que haya jugadores que juegan en escolar que lleguen a los clubes sin las nociones básicas de baloncesto. Pienso que eso hace que no podamos competir contra la mayoría de equipos de Catalunya.

¿Y cómo se soluciona?
Mejorando en todos los ámbitos. Entrenadores, instalaciones y árbitros. Justo antes de que tuviera el accidente estuvimos hablando con el Sferic para juntar fuerzas. Más instalaciones, más niños y más control. Al final, se torció. Ahora lo hemos vuelto a intentar, pero pese a que nosotros queremos, el Sferic no está por la labor. Es algo difícil pero creo que sería importante para dar a la ciudad un nivel de baloncesto que creo que se merece, y mucho.

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