Los pronósticos se cumplieron. Esta vez, nada de caída tímida de copos que no cuajaban pero sí eran fuente de molestias. Esta vez sí nevó a lo grande, al menos para lo que Terrassa está acostumbrada. El temporal cubrió de blanco ayer la ciudad y su comarca. Nevaba, con intermitencias, desde el martes y nevó ayer durante buena parte de la madrugada. Por la mañana, la localidad tenía manto níveo que en algunas zonas llegaba a seis centímetros de grosor. Y seguía nevando. Los colegios funcionaron en la ciudad, pero sin normalidad lectiva, como en una suerte de servicios mínimos. Se registraron algunas incidencias, pero pocas y de escasa gravedad. Por la mañana, un accidente obligó a cortar la carretera de Martorell. Varias líneas de autobuses se vieron afectadas por el temporal.
El Comité de Emergencias Municipal, que ya se había reunido el martes por la tarde, volvió a reunirse ayer, a primera hora, para hacer seguimiento de la situación tras una noche de precipitaciones. Los servicios municipales estaban vigilantes, sobre todo para atender a personas vulnerables necesitadas de cobijo y para mantener, en la medida de lo posible, el buen estado de la vía pública. El departamento municipal de Gestión del Espacio Público (GEP) vivió una jornada intensa que ya tuvo su aperitivo el martes. Ayer, unos 120 empleados, según el Ayuntamiento, trabajaron "para mantener los accesos y las infraestructuras en la mejor situación posible".
De nieve a lluvia
La precipitación nívea había sido copiosa hasta el mediodía, cuando se trocó en blanda lluvia, pero la situación no se desbordó y fueron pocas las contingencias de gran envergadura. Una de ellas generó atascos de tráfico. Fue un accidente ocurrido por la mañana en la C-243, la carretera de Martorell, en el término de Ullastrell, que cortó la circulación viaria en los dos sentidos. También los itinerarios de los autobuses de Tmesa se vieron alterados por el temporal a primera hora de la mañana. La acumulación de hielo y nieve provocó que varios buses no pudiesen completar sus recorridos en las líneas 2 y 3 (en Les Arenes), 4 (Can Parellada), 5 (Can Trias y Pla del Pla Bon Aire) y 12 (Can Palet de Vista Alegre).
El GEP había realizado trabajos preventivos el martes, hasta las nueve de la noche, en algunos puntos neurálgicos de Terrassa y en las vías principales de urbanizaciones. Los operarios actuaron en Els Pinetons (Els Caus), Can Palet de Vista Alegre y Les Martines.
Dos máquinas quitanieves y un equipo formado por una decena de personas retiraron nieve y arrojaron sal a la calzada.
Vigilancias
De las tareas preventivas se pasó ayer a las ejecutivas. A las seis de la mañana las quitanieves limpiaron las rutas que el plan de emergencias catalogaba de prioritarias. A partir de las 7.15, las máquinas y los operarios se afanaron en la limpieza y el vertido de sal en puntos conflictivos. Los bomberos se aplicaban a vigilancias y revisiones.
El Ayuntamiento utilizó 13.000 kilos de sal: trece palés de cuarenta sacos cada uno. El mercadillo semanal de la avenida de Béjar había quedado suspendido en una de las primeras decisiones del comité local de emergencias para este episodio del temporal. También se había suspendido por precaución el servicio de Eco-equip de recogida de residuos. La acumulación de bolsas de basura en las inmediaciones de muchos contenedores atestiguaba esa resolución. La recogida interrumpida se reanudó a las dos de la tarde de ayer, cuando los trabajadores de la empresa municipal volvieron a las calles a hacer lo que el clima áspero no les había dejado hacer horas antes. El servicio recuperó poco a poco el tono, según el Consistorio. Todo regresó de modo progresivo a la normalidad a partir del mediodía, cuando los vestigios de la nevada se fundían y la jornada se mudaba a un día de anodina lluvia.
La jornada lectiva se reemprenderá hoy. Los centros educativos abrieron sus puertas ayer, pese a la situación meteorológica. Todos, según el Ayuntamiento. Pero fueron cientos los escolares que no fueron al cole y se quedaron en casa o salieron a la calle a deleitarse con la blanca sustancia anhelada. El transporte escolar había sido anulado en toda Catalunya por decisión de la Generalitat. Pasaron las horas y el manto blanco se trocó en superficie mojada y entreverada con barro en algunos puntos. Los bomberos apenas recibieron comunicaciones de urgencia y la Policía Municipal registró pocos avisos relacionados con la nevada. El Ayuntamiento concluyó que la ciudadanía había puesto mucho de su parte. Había seguido "de forma cuidadosa" los consejos y recomendaciones "sobre cómo actuar en estos casos".
Los Servicios Sociales, la Policía Municipal y la asamblea local de Creu Roja se habían coordinado durante la noche para ofrecer refugio, comida, abrigo y bebida caliente a terrassenses indefensos. Agentes municipales y miembros de la institución humanitaria visitaron a personas que acostumbran a vivir en condiciones precarias. Tenían l’Andana como posibilidad para el cobijo, pues el albergue tenía preparadas cinco plazas extra. Creu Roja hizo quince salidas y atendió a dieciocho personas. Les repartieron comida y mantas.