Representantes de la comunidad educativa, los sindicatos, las entidades cívicas, los partidos y las plataformas que componen el movimiento Som Escola se dieron cita ayer en el Raval de Montserrat para defender el modelo de inmersión lingüística, frente a la propuesta del Gobierno del PP de incluir una casilla que permita a los padres escoges la lengua en que se escolarizan sus hijos. Unos doscientos manifestantes secundaron en Terrassa la convocatoria de CCOO y de las entidades de Som Escola en defensa del modelo de escuela catalana.
Con la inclusión de esta casilla en la preinscripción escolar "el Gobierno español quiere romper la cohesión social y dividir la sociedad catalana", proclama el manifiesto unitario leído ayer frente al atrio del Ayuntamiento por Xavier Ordeix, presidente de Onmium Cultural.
Som Escola, que defiende los colegios catalanes como ejemplo de inclusión, considera "intolerable" la utilización de la escuela "como instrumento político, y que se haga desde planteamientos que propugnan "una involución educativa uniformizadora, el adoctrinamiento (…) y la segregación lingüística" en las aulas".