Arcadi Alibés, conocido periodista deportivo de Televisió de Catalunya, presentó en la biblioteca del distrito 5 de Terrassa su última obra, "La volta al món en 80 maratons", en la que explica sus experiencias en sus participaciones como corredor de fondo, en un gran número de puntos del globo terráqueo. Pese a evidenciar una molesta afonía, Alibés explicó con naturalidad y con amplitud sus experiencias y la historia del nacimiento de la idea de escribir este libro.
El periodista explicó que su primera maratón, en los años ochenta, fue la de Barcelona, entonces llamada de Catalunya. Trabajaba en el diario Sport y, el ex futbolista del Barça, Josep Maria Fusté, que era columnista de este rotativo, le incitó a participar. "Me dijo que podía hacerlo, pero para mi, entonces, 42 kilómetros me parecían muchos, pero Fusté me aconsejó que fuera poco a poco", explicó. A partir de aquí, la pasión por correr se mantuvo hasta ahora.
Posteriormente, aseguró, "fui descubriendo que correr maratones era una manera de combinar las vacaciones, de conocer ciudades y conocer mundo" y añadió que "acabó siendo una manera de vivir". Alibés, que comentó que prepara las maratones compitiendo en pruebas de menor recorrido, admitió que todavía no se ha atrevido a hacer alguna aparición en carreras de montaña o en ultra trails.
Tras escribir su tercer libro (todos están relacionados con el mundo del atletismo y lo que puede significar ser un corredor), su editor le conminó a hacer otro y, al ver que mucha gente le preguntaba por maratones de todo el mundo y sus características, acabó pensando en escribir sobre sus experiencias en diferentes maratones en las que había partricipado por todo el mundo. Nacía una guía.
"Sabía el número de maratones en qué había participado, pero nunca me había fijado en cuantas de diferentes", explicó. Las contó y descubrió que estaba cerca de las ochenta, a apenas dos o tres de marcar el número redondo. Y se dijo a sí mismo, "lo has de cuadrar".
Se concibe el título
Así se concebió el título, que gustó mucho de inmediato al editor, pero tocaba ponerse a escribir y también, completar el número de maratones diferentes que le faltaban para hacer bueno este título, un claro guiño a la novela de Julio Verne, "La vuelta al mundo en ochenta días".
"No es un título porque sí, es real", afirmó Alibés, que ahora ya suma tres maratones nuevas más. El hecho de ser periodista le ha ayudado mucho a relatar y explicar cada maratón con detalle, admite, aunque hubo alguna, las que corrió hace más años, que le costó más recordar algunos detalles. Alibés manifestó que "este libro es como un libro de viajes y pienso que puede gustar a gente que no está interesado en este tema".
En el libro, además, añade algunos trazos históricos o geográficos de la ciudad o la zona donde se desarrolla la maratón de cada capítulo, además de los elementos que son susceptibles de visitar. Un poco de cultura para el que desee acudir a esa maratón.
En cuanto a su maratón preferida, Alibés considera que preguntar esto es como preguntar a un padre a qué hijo prefiere. "Todas forman parte de mi historia y cada maratón es diferente", apunta. El periodista explica que "no se puede comparar la maratón de Nueva York con la del Sáhara o la de la Antártida" y agrega que "no es lo mismo correr ante 50.000 personas en Manhattan que casi en solitario" en las otras dos.
Sin embargo, parece que hay una que se asemeja a una preferencia dentro de su ránking. Reconoció que Nueva York "es el paradigma de las maratones urbanas", y desveló que la ha corrido en dieciséis ocasiones. Posiblemente, según Alibés, la prueba norteamericana es "la maratón de las maratones", y señala que "es la constatación que formamos parte de un mundo global y de una afición que no sólo es de los catalanes. Allí te encuentras ese rescoldo y esta confluencia de gente corriendo".
Alibés recordó que "hay maratones multitudinarias y otras extrañísimas. Recuerdo una, en las Islas Vírgenes, el 1 de enero, en que corrimos unos quince. Y quedé el tercero, que es la única vez en mi vida que he hecho podio en una maratón". Aquí, los asistentes a la presentación, no pudieron evitar una carcajada.
También habló de una de las maratones llamada de los vinos, la del Médoc, en la que, curiosamente, sirven vino a los corredores en su camino hacia la meta, pudiendo degustar hasta veinte clases locales de esta bebida, la oficial de la carrera. Muchos de los corredores lo hacen disfrazados y el ganador se lleva el equivalente de su peso en botellas de vino.
Lo menos posible
En cuanto a su vida personal, Alibés es padre de una niña pequeña, aseguro que "he intentado que la vida me cambie lo menos posible" y han acostumbrado a su hija a acompañar a la pareja en sus viajes. El periodista y corredor de fondo, explicó que intenta participar en tres o cuatro maratones al año, aunque rememoró que "hubo algún año en que participé en nueve o diez".
En este sentido, Alibés explicó que "el año 2010 llegué a las cien maratones y era cuado había cumplido los 50 años y quise calcular a que edad llegaría las 200, y comprobé que lo podría cuadrar cuando cumpla los 75 años". Se refirió a las maratones que se han denominado como las World Marathon Majors, una lista que componen las de Nueva York, Boston, Chicago, Berlín, Londres y Tokio. "Son carreras multitudinarias y es como el Grand Slam en tenis, aunque no entiendo como no está incluida la de París", aseguró.
Desgraciadamente, o tal vez incomprensiblemente, a Alibés no se le computa su participación en las seis ya que, algunas, las corrió antes de que se estableciera esta competición. Afortunadamente, tiene tiempo para lograrlo.