Los vecinos del número 198bis de la calle de Sant Cosme aseguran temer por la integridad física de su inmueble desde que las humedades y el descalce de tabiques se han apoderado del edificio. La comunidad afirma que todo empezó cuando las máquinas que trabajaban en 2015 en la demolición del bloque contiguo -Sant Cosme 198- rompieron la arqueta de las conducciones de desagüe procedentes del 198bis.
"Desde ese momento se han registrado problemas en la comunidad que atribuimos a las filtraciones consecuencia de la avería", explica Julia López, presidenta de la comunidad de vecinos del bloque 198 bis de la calle de Sant Cosme.
Los residentes denuncian el hundimiento del suelo, la aparición de grietas y tabiques descalzados en las plantas bajas. Explican que las filtraciones se han extendido a otros pisos y piden "al Ayuntamiento que se haga responsable de estos desperfectos".
La comunidad asegura que las afectaciones se registran a partir de 2015, tras el derribo del inmueble vecino e inmediatamente después de la ruptura de la arqueta. "Se produjo un socavón y durante tiempo estuvo entrando agua y suciedad. Creemos que las conducciones internas están afectadas y las filtraciones están dañando el bloque".
Julia López explica que durante muchos meses reclamaron la reparación de la arqueta "sin éxito", hasta que en verano de 2017 el Ayuntamiento procedió al arreglo de la tubería de desagüe "sin avisar. Para entonces el daño ya estaba hecho".
Desde la administración, la concejalía de Territorio y Sostenibilidad afirma que el Ayuntamiento no tiene responsabilidad en los daños que denuncia la comunidad del 198bis de Sant Cosme. "Hemos revisado en la canalización e inspeccionado la tubería con cámaras y hemos comprobado que las conducciones no están ni agrietadas, ni rotas, ni fisuradas", explica Marc Armengol, teniente de alcalde del área. "Los propios bomberos han afirmado que no ha habido daños estructurales".
El problema, en el interior
El político explica que el derribo del bloque 198 se hizo "a cota 0, sin afectar a la cimentación". Además, se selló la instalación de desagüe para evitar escapes. La administración entiende que, comprobada la integridad de la arqueta y de la conducción exterior, de haber un problema debe estar en interior del edificio 198 bis y, por tanto, corresponde a los propietarios resolverlo.
Armengol pone en duda que durante la avería de la arqueta pudieran entrar agua y escombros hacia las tuberías de desagüe del edificio. "Las aguas del alcantarillado van de dentro hacia afuera, de manera que difícilmente pudieron circular en esa dirección". Recuerda, además, que "los bloques de Sant Cosme ya arrastraban un deterioro previo a las obras".
Los vecinos han puesto el tema en manos de los servicios legales de la aseguradora del inmueble. "Ya tenemos el informe de un técnico contratado por un vecino que concluye que los daños están relacionados con la rotura de la arqueta exterior", explica Julia López.
La comunidad cree que dificilmente la administración puede conocer el origen y el alcance del problema "si no han entrado ni en las viviendas ni han revisado los desagües interiores del bloque". Los vecinos están ajustando ahora el cálculo de lo que costaría reparar los desperfectos, pero ya adelantan que "la comunidad tiene problemas y los residentes dificilmente podrían hacer frente a un arreglo de esta envergadura".
Pese a las discrepancias sobre el origen de los daños, el teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad no da el tema por cerrado. "No es la primera vez que se rompe o se obtura un alcantarillado, por eso se les ha pedido a los vecinos que lo miren". Marc Armengol espera recibir "un informe de la comunidad que podamos contrastar con el nuestro".