Terrassa

Cientos de egarenses sufren cortes de luz a diario por sobrecarga en la red

“Sentimos impotencia”. Y hartazgo, claro. Tanto, que habían pensado en salir a la calle para expresarlo, para protestar por los continuos cortes de luz que sufren desde hace días. Son vecinos de Ca n’Anglada y advirtieron de que cortarían calles si lo suyo no se arreglaba. No son cuatro, ni veinte. Son cientos los damnificados por apagones diarios que, por lo que se sabe, tienen su origen en sobrecargas de las líneas y que se repiten desde hace más de una semana. Y las sobrecargas tienen su origen, según los indicios, en un fraude eléctrico, en una manipulación de conexiones, se presume que efectuada por algún cultivador clandestino de maría. No sería la primera vez.

Algunos afectados, avecindados en la calle de la Mare de Déu de l’Esperança y vías próximas, han creado un grupo de mensajería instantánea para informarse de inmediato cuando se producen los sobresaltos. Y los sobresaltos van más allá de los cortes de suministro, por mucho que esas interrupciones alteren la vida cotidiana y provoquen desaguisados e incomodidades.

Acaso lo más grave sea el peligro latente de incendios por cortocircuitos. Y de ese riesgo se ha pasado en Ca n’Anglada a actuaciones de emergencias dos veces en dos días. Una, el domingo pasado, cuando se rompieron unos cables en la calle de la Mare de Déu de l’Esperança. Los bomberos enviaron a una dotación a las 8.15 de la tarde para asegurar la zona a la espera de que operarios de Endesa solventasen el estropicio. La compañía afirma que la rotura del cableado se debió a un exceso de carga eléctrica. No tardaron mucho los equipos técnicos de Endesa en aparecer por la misma calle a requerimiento de los servicios de emergencias.

Ni veinticuatro horas transcurrieron hasta que la compañía recibió una nueva alerta. Antes la habían recibido los bomberos. A las 5.36 de la tarde del lunes el cuerpo de extinción de incendios supo de una incidencia junto al número 40 de la citada calle de Ca n’Anglada. Unos cables eléctricos echaban humo. Se incendiaba el poste. La unidad de Bombers de la Generalitat que intervino hizo de retén, sobre todo, hasta que la anomalía quedó en manos de técnicos de la compañía.

Durante la semana pasada los vecinos y comerciantes del sector padecieron cortes de luz en sus domicilios y locales cada día, a eso de las siete o las ocho de la tarde, cuenta Jordi Álvarez, uno de los perjudicados. Las interrupciones duraban, en ocasiones, “más de tres horas”. Asegura este damnificado que las reclamaciones a la compañía no surten efecto en forma de explicaciones sobre el origen de los cortes ni en forma de resolución. Se abría un expediente, luego otro, después del goteo de quejas de los vecinos desesperados. Si nadie remediaba el asunto, los afectados estaban dispuestos a manifestarse: cortes viarios durante los cortes de electricidad.

Endesa admite el problema, pero deja claro que las causas son ajenas al estado de la red en lo que respecta a su mantenimiento. La causa es una sobrecarga en las líneas. Por eso se rompieron los cables el domingo y por eso se sobrecalentaron el lunes, originando un incendio.

La compañía de suministro dice que está trabajando para poner fin a esa saturación que afecta a más de trescientos abonados. La empresa lleva a cabo esta semana una actuación técnica consistente en el reparto de la carga eléctrica del sector, de modo que el sobreesfuerzo de las líneas quede distribuido, dividido, más equilibrado. Se trata del llamado “movimiento de cargas”. La intención de Endesa es solventar esa situación anómala para evitar que los clientes “sufran más cortes de fluido”. Sin atribuir de manera explícita las averías a algún defraudador, la firma de distribución de electricidad recuerda su combate contra las manipulaciones de instalaciones, contra empalmes y “pinchazos”, sobre todo por su peligrosidad, “porque pueden provocar cortocircuitos e incendios”.

El sábado, el domingo y el lunes los vecinos no sufrieron apagones. Ayer sí, durante unas cuatro horas, por la mañana, pues operarios de Endesa estaban afanados en los trabajos de traslado de cargas.

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