Terrassa acogió la primera edición del salón nupcial y banquetes para jóvenes marroquíes en el que hubo desfile de vestidos de novia y empresas del sector.
Las ciudades acogen personas de origen y cultura diversa y el sector servicios se especializa cada vez más en dar respuesta a sus demandas. Cuenta Zakia, de Terrassa y organizadora de bodas árabes, que hacía tiempo que muchos jóvenes, especialmente las chicas, pedían la celebración de un salón de bodas, banquetes y eventos para este colectivo al igual que existe en capitales europeas como París y Bélgica, ciudades donde este tipo de iniciativa comercial está plenamente consolidada.
Zakia se puso manos a la obra. Contactó con empesas especializadas e hicieron la difusión. La convocatoria fue un éxito. A la primera edición del Salón de bodas árabes, que se celebró en el Imperial de la carretera de Matadepera, asistieron seiscientas personas, la mayoía chicas procedentes de Terrassa y de la región metropolitana. Pero también de Madrid, Menorca e incluso de Holanda.
La sala se decoró como si fuera acoger un enlace nupcial real. A un lado, rodeando las paredes, se situaron las empresas de maquillaje, fotografía, catering, música, agencias de viajes, compañías de vuelos y hasta una oficina bancaria. Cada uno de los estands, además, apareció con su particular “atrezzo” por lo que sumaba singularidad.
Amina, Nouhalia y Sabra, de 18 y 19 años, de Santa Coloma de Gramanet, a punto de sentarse, señalaron al unisono que “nunca hemos estado en una feria de este tipo por lo que tenemos una gran curiosidad”. A la pregunta de si alguna de ellas preparaba su enlace, todas respondieron que no y matizaron “no tenemos prisa”.
Lo más destacado y esperado del salón fue, sin duda, el desfile de vestidos de novia y de fiesta de las diversas firmas que trabajan en el sector. Por la pasarela desfilaron unas 30 chicas que lucieron las últimas tendencias para ese día tan especial. Explicó Zakia que las bodas árabes suelen durar dos o tres días por lo que la novia suele estrenar de tres a cuatro vestidos. El último es el de la celebración de la boda y suele ser blanco y largo. El rasgo principal de su “look” es que luce muchos complementos; brillantes y pedrería. Suelen ser vestidos muy ceñidos por lo que da un toque de sensualidad. Antes, el vestido era muy austero y sencillo”. Y tras el desfile, un concierto de la mano de los músicos Tahour y Souiri, llegados desde Marruecos para la ocasión.
Zakia valoró que el evento “ha sido un éxito total”. Tanto es así que la organización ya está decidida a promover una segunda edición del salón pero itinerante. “Nuestra idea es que este acto realizado aquí sea la tarjeta de presentación para nuestro colectivo. La próxima edición de 2019 tendrá lugar en Barcelona, al menos es en la ciudad que nos gustaría por su proyección y buenas comunicaciones”.