El equipo de gobierno se vio obligado el pasado mes de noviembre a aparcar su propuesta urbanística para el Vapor Ros al quedarse en minoría y ahora, tres meses después, el grupo municipal de Terrassa en Comú lleva al pleno una alternativa que pasa por la cesión de la titularidad del complejo arquitectónico a los vecinos del vapor.
TeC propone al Ayuntamiento de Terrassa que impulse junto a la asociación de vecinos del Vapor Ros, integrada por los inquilinos de los locales, un proyecto de "autoorganización colectiva" que les haga receptores de la cesión de la titularidad. A la muerte del propietario del vapor, éste legó su patrimonio a la Generalitat con la condición de que no pasara a manos del Ayuntamiento en un periodo de 30 años.
La decisión bloquea la rehabilitación del complejo modernista y TeC cree que los vecinos podrían desencallarla. Como receptores de la propiedad, cree que deberían "asumir la responsabilidad de definir el proceso de activación, ocupación y rehabilitación".
Los inquilinos del Vapor Ros conocen la propuesta de TeC desde la semana pasada y "la ven bien", explica el portavoz municipal Xavier Matilla. "Mucho mejor que la opción de ‘dumping’ urbanístico que propone el gobierno municipal" y que a juicio de TeC acabaría disparando los alquileres.
El ejecutivo socialista propone modificar el Plan de Ordenación Urbanístico Municipal para permitir la transformación de una parte del vapor en viviendas, generando así unas plusvalías para el promotor que revertieran la conservación del patrimonio y la apertura de un nuevo espacio público.
Contraproducente
TeC cree que la fórmula reproduce una mecánica urbanística "que contribuyó a la burbuja inmobiliaria" y alerta de que la modificación del POUM "facilitará a la Generalitat vender la propiedad a mejor precio, pero sin plazo ni garantía" de que la operación sea una mejora para el ámbito. Por contra, sostiene, la medida puede ser "contraproducente" y acabar disparando los alquileres fruto del encarecimiento de los espacios.
En este sentido, la propuesta de resolución de TeC pide que el Ayuntamiento que defienda ante la Generalitat la cesión del Vapor Ros a la ciudad, quedando "al margen de cualquier acción o transacción que persiga la obtención de beneficios económicos".
En este momento hay unas doce actividades de diferente perfil en el interior del Vapor Ros. Los inquilinos han mantenido activo el recinto y ahora están inquietos ante la posibilidad de que la recuperación del complejo arquitectónico acabe disparando los alquileres.