La persistencia es la virtud de mantenerse firme o constante en algo. No es un valor sencillo, por las acometidas que cualquier libro de ruta debe soportar en las múltiples actividades cotidianas. En el fútbol, a menudo, el resultado acaba modificando actitudes y modelos que habían sido grabados a fuego en la piel de los equipos. El Terrassa había visto penalizado su ideario en las últimas semanas con una serie de resultados negativos que habían hecho aparecer las primeras dudas, más externas que internas, sobre la conveniencia de su estilo futbolístico en una categoría como la Tercera División. Pero un buen resultado en el campo del Reus "B" le ha permitido recuperar la confianza propia, sin tener por ello que modificar su personalidad. Y persistente en el largo recorrido lo fue también el domingo en el corto, en el de los 90 minutos de un partido en el que no desfalleció hasta el último instante. Y en ese aliento final, sin otro estilo que el suyo, encontró la recompensa del gol sin acudir al viejo manual de bombardear el área contraria con balones aéreos. Àlex Fernández, que la semana anterior ya ejecutó un pase descomunal en el gol de Carreón ante el Reus "B", metió un balón casi imposible desde el centro del campo a Daisuke, quien ubicado en la banda izquierda del ataque egarense recogió el envío, prolongado por un defensa, y con un magnífico disparo con la pierna izquierda, la menos buena del japonés, superó a Aroca después de que el balón tocase en el poste de la portería.
Esa forma de proceder durante el partido y en la jugada decisiva señala el camino a un Terrassa que anda falto de fútbol en los últimos tiempos, pero que ha cargado la mochila de la confianza en las dos últimas semanas gracias a los seis puntos acumulados. Y sobre la base de los buenos resultados es más sencillo recomponer la estructura de un equipo que ajeno al desaliento ha suplido con el entusiasmo una etapa de rendimiento discutible. Ahora ya es quinto, pero con los mismos puntos que el cuarto. Ejemplar en el plano defensivo en los dos últimos partidos, el Terrassa anda falto de una mayor capacidad en las zonas de definición donde se le observa blando y con menos eficacia de la exigible.
Inicio irregular
Trastabillado como anda el Terrassa FC a nivel futbolístico, Cristian García suplió la ausencia de Raúl Torres manteniendo a tres centrocampistas en el once inicial, aunque dando a Jonathan Ferreira un papel más cercano al de un media punta. Intentó con ello generar una superioridad en la zona de creación que no se observó durante muchos minutos de la primera parte, donde los egarenses trabajaron bien la presión sobre la salida de balón del Figueres pero no gestionaron de forma adecuada la circulación de la pelota. En la primera media hora su presencia en el área figuerense se limitó a un disparo desde la frontal del área a cargo de Guzmán que salió desviado y a una buena maniobra en el área de Carlos Martínez que el delantero local no culminó con acierto. Y entre ello, los locales se quedaron sin el concurso de su último fichaje, Sergi Pastells, que tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 20 por una lesión muscular.
El Figueres mostró mucha timidez en su fútbol hasta pasada esa primera media hora. Aunque quería mostrarse en ataque, tenía mejores intenciones que resultados concretos. Disparó por primera vez en el minuto 31, por mediación de Ferrón, y en el 35 generó cierta inquietud en otro disparo del mismo jugador que detuvo Ortega. En el tramo final del primer tiempo, Carlos Guzmán confirmó su excelente partido en dos acciones de ataque que rozaron el gol. En la primera recuperó un balón y remató ligeramente desviado. En la segunda, controló una pelota que se perdía por la banda y acabó cruzando un buen remate que no encontró portería.
A la estela del mejor fútbol practicado en el último cuarto de hora del primer tiempo, el Terrassa afrontó la segunda parte con el propósito de reflejar cuanto antes en el marcador esa superioridad. Pero su mejor fútbol contrastó con las mejores ocasiones del Figueres, que a través de Feixas y de Maik Molist dio un par de sustos a la defensa local.
Más desequilibrio
La entrada de Daisuke revitalizó el ataque del Terrassa. El japonés anduvo activo y desequilibrante desde la banda izquierda donde le ubicó Cristian. Suya fue una buena acción en el minuto 70 que Xavi Civil, que sustituyó a Carlos Martínez, no aprovechó. Poco después, Dani Sánchez obligó a intervenir a Aroca con un disparo desde fuera del área y en el minuto 76 Civil tuvo otra oportunidad que acabó con el balón en el larguero.
Por entonces, el Terrassa andaba arremolinado en el área del Figueres, buscando cada vez con mayor desasosiego el gol de la victoria. Notable en el esfuerzo y en las formas, el conjunto local se vio penalizado por una falta de decisión en el tramo final de sus acciones de ataque que se repitió de forma constante. Ya en el minuto 90 otra vez aparecieron Daisuke y Civil, con remate final de este último por encima del travesaño.
Hasta que en el minuto 91, con algunos asientos vacíos por la desconfianza de muchos en la victoria, la persistencia del Terrassa encontró el premio. Con una jugada fabricada a través de su libro de estilo, alejada de la ansiedad y el alboroto. Aunque Daisuke marcase al más puro estilo de un extremo zurdo, justo lo que él no es.
TERRASSA FC 1
UE FIGUERES 0
TERRASSA FC. Ortega, Pastells, Yayá, Amantini, Guti, Àlex Fernández, Guzmán, Jonathan Ferreira, Carreón, Carlos Martínez y Nils. Dani Sánchez suplió a Pastells en el minuto 20; Daisuke a Nils en el 58; y Civil a Carlos Martínez en el 65.
UE FIGUERES. Aroca, Romero, Ferran Grau, Maik Molist, Bonaventura, Ritxi, Ferrón, Carlos Puig, Gil Muntadas, Pep y Canal. Feixas suplió a Bonaventura en el minuto 46; Joan Pons a Ritxi en el 73; y Cunill a Ferran Grau en el 80.
Árbitro. Rubén Mancera Antón. Amonestó a Guzmán, Amantini, Guti, Yayá, Carreón, Ferran Grau, Maik Molist y Canal.
Gol. 1-0, minuto 91, Daisuke.
Público. 527 espectadores.
LOS DETALLES
La promesa de Cristian. El entrenador del Terrassa mostró un nuevo "look" este domingo, con una barba desacostumbrada en él. Dijo en la sala de prensa que no pensaba afeitarse mientras los resultados fuesen positivos, por lo que de momento su aspecto externo ante el Santboià será el mismo.
El presidente cenó "sushi". Daisuke convirtió el estadio en una fiesta japonesa gracias a su extraordinario gol en el último suspiro. Calificativos de todo tipo hacia el delantero terrassista y el presidente, Jordi Cuesta, que colgó en su cuenta de "twiter" la cena que preparó posterior al encuentro a base de sushi en honor a Daisuke.
