A falta de que se formalice con un decreto, Isabel Marquès Amat, abogada de 60 años, es la nueva Síndica de Greuges de Terrassa, cargo que ya ostentó desde 2010 a 2016. En el pleno del Ayuntamiento, 23 de sus 27 miembros votaron a favor de confirmar lo que una consulta participativa había determinado en las urnas, y en las que Marquès ganó con una diferencia muy holgada.
¿Qué características principales ha de tener el Síndic?
Tener sentido común. Conocimientos jurídicos, no tanto. Soy abogada, pero creo que sea obligatorio. El Síndic ha de tener un asesor jurídico a su lado. Y lo que va bien es conocer los derechos humanos, ya que muchas ordenanzas no los contemplan. Y en algunos casos puedes pedir a los ayuntamientos que los apliquen. De aquí, se pueden extraer buenas ideas, que son aplicables y, que a veces, ni los mismos abogados las tenemos en cuenta. No hemos sido educados para aplicar los derechos humanos.
¿Alguna novedad que le haga especial ilusión para aplicarla en este nuevo mandato?
Me gustaría instaurar la ventanilla única. Los ciudadanos no han de saber dónde han de ir para quejarse de algo. Si vienen a quejarse de algo, hay que saber enviarlos al lugar adecuado y darles una solución y que no den vueltas.
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