Cruzamos la puerta de entrada al plató 3 del Parc Audiovisual. El público, el que está de pie y el que estará sentado en las gradas, se encuentra ya correspondientemente ubicado. Todavía queda más de una hora y media para que empiece el "show".
La persona que se encarga de estar en todo momento con los espectadores les advierte: "Id ahora al lavabo porque, desde ya, nadie podrá moverse de su sitio". Suena a amenaza. Apenas son las nueve de la noche y la gala durará hasta la una y media pasadas. La visita al lavabo, ni que sea de carácter preventivo, resulta obligatoria.
De vuelta ya al plató, corroboramos la sensación inicial: es grande, sí, pero no tanto como se ve en la tele. Suele ocurrir, dicen.
Mientras, el histriónico animador del público trata de conseguir aquello que parece una misión imposible: convencer a decenas de "postadolescentes" entregados a la causa de sus ídolos "triunfitos" de que no les hagan fotos, vídeos ni hablen por whatsapp una vez que empiece la "función".
Futbolistas en plató
Falta menos de una hora para que dé inicio la gala. El bailongo presentador de "OT", el andaluz Roberto Leal, aparece sobre el escenario y los móviles van que vuelan sobre las cabezas. Leal, de punta en blanco, se prepara para grabar una conexión previa para el Telediario de La 1.
En un rincón del plató, resguardados de miradas y de toda indiscreta pantalla digital, un jugador de fútbol del Barça y otro del Girona, Sergi Roberto y Marc Muniesa, sacan tímidamente la cabeza. Parece que a ellos también les ha picado la curiosidad por ver una gala de OT desde las entrañas. Al poco rato, Roberto Leal, siempre derrochando naturalidad, acude a saludarles.
Llega el momento de hacer las últimas pruebas: de la espectacular y colorista iluminación gráfica del escenario, aquella que contribuye a que las actuaciones sean visualmente tan bonitas. Después Leal testa la traducción simultánea (la austriaca Conchita Wurst, andrógina ganadora eurovisiva, será una de las estrellas invitadas); el presentador también ensaya las palabras que dirá al inicio del programa, cerca de un operario de limpieza que cruza la pasarela con una mopa en la mano. Sólo faltan 15 minutos para que "OT" llegue desde Terrassa a toda España y más allá.
Un minuto. Silencio, por favor. Salen los "triunfitos" al escenario. El foso estalla en gritos. Se colocan en posición de cantar "Camina", el tema que abrirá la gala. En persona se les ve aún más tiernecitos y delgados que en la tele. Éste es su momento. "Cinco, cuatro, tres, dos, uno… ¡dentro!