En los meses de invierno, los niños son los más propensos a contagiarse y padecer un mayor número de resfriados. Una realidad que también afecta a los adultos que están en contacto con ellos, que sufren el riesgo de resfriarse con mayor asiduidad.
El resfriado es una de las enfermedades más comunes que existen, que afectan cada año a un alto porcentaje de la población. De hecho, los adultos se resfrían de media entre 2 y 4 veces al año, mientras que la incidencia en niños es hasta cuatro veces mayor. Por ello, no sorprende que el resfriado sea actualmente la primera causa de absentismo escolar y laboral en nuestro país, con una media de 4 días por persona y año.
"Los niños son muy susceptibles a resfriarse, ya que su sistema inmunitario es todavía inmaduro y están muy expuestos a infecciones, especialmente cuando van a la guardería o al colegio y están en contacto permanente con otros niños. A la hora de jugar e interactuar entre ellos, no es extraño que compartan secreciones orales y nasales, verdaderos caldos de cultivo del virus. Por ello, las personas adultas que están en contacto con ellos también tienen más probabilidades de resfriarse con mayor frecuencia", explica el doctor Francisco Marín, médico de atención primaria y experto en terapias naturales.
Aunque los niños sean más propensos a resfriarse, suelen sobrellevar mejor el resfriado que los adultos y se recuperan de forma más rápida. Esto es debido a que, por el hecho de tener el sistema inmunitario más débil, su sistema defensivo está activo y puede responder antes a la infección.
CONSEJOS
Para tratar de prevenir el resfriado y reducir al mínimo el riesgo de contagio hay que:
Manténte bien hidratado, bebe un litro y medio de agua al día.
Come fruta y verdura a diario.
Practica ejercicio físico regular (al menos, tres veces a la semana).
Duerme las horas necesarias.
Lávate las manos asiduamente: al llegar a casa, antes de comer…