El caso Palau, cuya sentencia se conoció el lunes, ha salpicado a Sant Cugat, al asegurar el fallo que la antigua Convergència (CDC) recibió dinero de la adjudicación de un pabellón municipal, ubicado en la Rambla del Celler, a través de Ferrovial. Las obras del equipamiento se adjudicaron en 2002, con Lluís Recoder como alcalde y Mercè Conesa, la actual primera edil, como concejal de Urbanismo. Recoder ejerció como alcalde entre 1999 y 2010 (dejó el cargo al ser nombrado conseller de Territori, responsabilidad que ejerció hasta 2012), mientras que Conesa ejerce como primera edil desde diciembre de 2010 (esta es su tercera legislatura).
La sentencia explica que la constructora del pabellón, Ferrovial, abonó una comisión del 4% de los 4,1 millones de euros del importe de la obra, algo más de 167 mil euros. De esa cifra, entregó un 2,5% a CDC (104.400 euros) y un l,5% (62.640 euros) a Fèlix Millet y Jordi Montull por su intermediación en la mordida. En la resolución queda "acreditado" que, "como mínimo", CDC recibió de Ferrovial dinero de cuatro adjudicaciones de obra pública, una de ellas el equipamiento santcugatense, informó cugat.cat.
El ejecutivo liderado por Conesa (PDeCAT), que gobierna en minoría, declinó ayer hacer declaraciones sobre la sentencia al considerar que se trata de un tema de partido. Los grupos de la oposición, por su lado, lamentaron la vinculación del fallo del caso Palau con el municipio y reclamaron explicaciones al equipo de gobierno.
Precisamente, la persiana de la sede del PDeCAT en Sant Cugat apareció ayer por la mañana con una pintada que decía: "Fora corruptes de l’Ajuntament! PAV 3%".
Auditoria externa
En abril del 2002, el Ayuntamiento, con Recoder como alcalde, adjudicó a Ferrovial la construcción del pabellón de la Rambla del Celler por 4,1 millones. La adjudicación se realizó por concurso público, al cual también se presentó la empresa Bastir Contructora Catalana.
En 2010 surgieron las primeras informaciones que apuntaban a un posible desvio de dinero del Palau a CDC para financiar el partido de forma irregular, dinero que provendría de Ferrovial, uno de los principales patrocinadores del Palau.
En esos documentos aparece una posible relación entre el caso Palau y la adjudicación de la obra del pabellón. Ante la petición entonces de la oposición de aclarar esas informaciones, Recoder y Conesa negaron en varias ocasiones que el Consistorio tuviese ningún conocimiento de la negociación de una supuesta comisión entre Millet y Ferrovial por la adjudicación de las obres y defendieron la transparencia del proceso.
En marzo de 2017, los grupos municipales acordaron en un pleno extraordinario que una auditoria externa revisase la adjudicación de las obras del pabellón a Ferrovial, otros trabajos públicos de la misma constructora en Sant Cugat y la adjudicación de obras con explotación de servicios a la empresa Cintra, vinculada a esta compañía. Los resultados de la auditoria aún no se han dado a conocer.