La gripe se ha adelantado este año en el calendario respecto a inviernos anteriores y la progresión de la epidemia está siendo más rápida. El resultado es que la tasa de incidencia triplica ya el umbral epidémico, con 299,4 casos por cada 100 mil habitantes, frente a los 109 casos registrados en el momento de declarar la epidemia, el jueves 4 de enero, hace apenas semana y media.
El nivel de contaminación se acerca al pico epidémico, que se espera alcanzar en los próximos días. En las gráficas del PIDIRAC, el modelo predictivo de actividad gripal, marca en este momento un nivel de afectación muy por encima del que registraba la epidemia en anteriores ediciones. Se espera que la enfermedad describa un recorrido en zig zag durante las dos próximas semanas, antes de entrar en fase recesiva.
Por franjas de edad, la población de 0 a 4 años es la que registra un mayor nivel de infectados por gripe. La tasa de afectación ronda los mil casos por cada cien mil habitantes. Durante la pasada semana, sin embargo, el 19 por ciento de los casos que se atendieron en las urgencias hospitalarias fueron población pediátrica (0-14 años), algo menos que la semana anterior.
Por contra, continúan aumentando los pacientes adultos, especialmente los mayores de 64 años, colectivo que registra una incidencia de gripe de 217,20 casos por cada 100 mil habitantes.
Largas esperas
En los hospitales egarenses la situación, lejos de mejorar, ha empeorado en los últimos días, coincidiendo con el aumento espectacular de la incidencia de la gripe. Concretamente en el Consorci Sanitari de Terrassa han pasado un fin de semana algo menos saturado que los anteriores, aunque el nivel de casos atendidos sigue siendo muy elevado y las esperas largas.
Los pacientes graves son atendidos al instante, pero los enfermos con nivel 4 y 5, no graves, esperan una media de 3 horas. En el interior de las urgencias, "los pacientes que requieren ingreso esperan 1 o 2 días, excepcionalmente tres, para subir a planta", explica Jaume Boadas Mir, director asistencial del Consorci Sanitari de Terrassa.
El doctor Boadas explica que los dispositivos del CST se han activado antes este invierno y que continúan a pleno rendimiento. El Hospital de Terrassa habilitó diez camas extras la segunda semana de diciembre, a las que sumó 18 camas más la última semana del año, cuando se habían detectado ya los primeros casos de gripe y el volumen de población afectada de diferentes cuadros víricos era ya muy elevada.
Desde principios de enero, el centro ha llegado a sumar al dispositivo hasta 37 camas más del área quirúrgica, en total un refuerzo de 65 camas. "La epidemia de gripe coincide con un momento de baja actividad quirúrgica, lo que nos permite reforzar el dispositivo sin suspender ninguna intervención -explica Boada-. También hemos dado prioridad a la cirugía ambulatoria". El CST ha reforzado el área hospitalaria y las urgencias con médicos del área ambulatoria y de consultas externas, sobre todo especialistas en medicina interna, cardiología y neumología.
El porcentaje de pacientes con gripe en estado grave está siendo alto. De los 166 pacientes sometidos al test de la gripe, 105 eran casos graves, enfermos con neumonías, insuficiencias cardio-respiratorias y shocks sépticos.
En las urgencias de Mútua llevan desde el puente de la Purísima con afluencias muy altas. Durante los primeros 15 días de enero se han atendido una media de 441 pacientes diarios. "Desde el mes de noviembre el Hospital tiene todas las camas a disposición y desde el 1 de diciembre un equipo de refuerzo apoya las urgencias y cubre las bajas del personal, que también se producen", comenta Gemma Muñoz, responsable del servicio de urgencias de Mútua.
Además, se ha ampliado al fin de semana el equipo que realiza habitualmente el seguimiento a domicilio de los pacientes de mayor edad, en estado más frágil y con dificultades para desplazarse. El objetivo es prevenir descompensaciones y reaccionar en caso de agravarse su situación.
Pacientes sanos, mejor en casa
"Estamos acercándonos al pico de la epidemia" y, por el perfil de la población, "en Terrassa atendemos especialmente personas de edad, con polipatologías, muchas de las cuales necesitan quedarse en observación o ingresar". Este colectivo es el que protagoniza en mayor medida los colapsos hospitalarios de estas semanas".
En este momento las esperas en las urgencias de Mútua para los niveles 4 y 5 oscilan "entre los 40 minutos y las 2 horas, con puntas de 3 horas", explica la doctora Muñoz. En urgencias, como en la primaria, "estamos informando a los pacientes jóvenes y sanos de que pueden hacer tratamiento sintomático y muchos optan por regresar a casa", lo que está permitiendo aliviar en alguna medida la presión asistencial.
Precisamente esta semana la Platafoma en Defensa de la Sanidad Pública de Terrassa-Marea Blanca, denunciaba las largas esperas en las urgencias de los hospitales y en los Centros de Atención Primaria y culpaba a "los recortes" prresupuestarios del ejercicio 2010, que "han dejado la sanidad en condiciones de precariedad que se agravan en momentos de epidemia como el actual hasta límites insoportables e inhumanos".