No puede ser más digno de loa, el llevar los niños al campo para oxigenar sus pulmones con aire puro y vigorizar su organismo con adecuados ejercicios físicos, apartándolos, además, de las malsanas lecciones del Cine y otros espectáculos y diversiones perniciosas; todo el mundo ha de ver con intensa satisfacción que los niños fortalezcan y disciplinen su voluntad encaminándola al bien; que se les inculque el respeto a la autoridad, el cumplimiento de las leyes, a ser atentos con los superiores y tratar con caridad a los humildes, el ser fieles observadores de sus deberes y enérgicos mantenedores de sus derechos, y en fin, a ejercitar todas sus facultades así del cuerpo, como del alma para que su educación sea completa e integral."
Con este texto elogiaba el periódico La Comarca del Vallès, en su número del 12 de abril de 1924, el ideario de los Niños Exploradores de Tarrasa, una "organización infantil y juvenil montada a la manera de los boy scouts", que la historiadora Ana Fernández saca del olvido en el estudio que publica en la separata del boletín de la Associació de Col·leccionistes de Terrassa. Los Niños Exploradores de Tarrasa se acababan entonces de formar. El 27 de febrero de 1924, el delegado gubernativo del partido judicial de Terrassa, teniente coronel Jorge Villamide Salinero, había solicitado su constitución al Consejo Nacional de los Exploradores de España, fundado en 1912 y presidido por el rey Alfonso XIII. Fue aprobada, y el 10 de marzo ya se formaba un consejo local provisional, presidido por Josep Ribas i Martín, propietario de la heredad de Ca n’Amat.
Religiosidad y disciplina
Justo un mes después, el 10 de abril de 1924, en el teatro del Centre Social Catòlic tuvo lugar la presentación a la ciudad de la entidad, formalmente constituida cuatro días antes. "Estuvieron presentes los primeros asociados, dirigidos por su responsable, Mariano Lara Ramírez, maestro nacional en Terrassa desde el 19 de junio de 1916, que hizo un discurso en que destacó cuáles habían de ser los valores exigidos a cualquier futuro explorador: religiosidad, moralidad, urbanidad, disciplina, honestidad y pulcritud. Posteriormente se dio paso a la formación de las seis patrullas que configurarían el grupo y que estarían a cargo de los hermanos Miquel y Josep Palet, y del instructor Hellmut Meister, entonces profesor de alemán en el Centre de Dependents del Comerç i de la Indústria de Terrassa".
Al día siguiente, segun informó el periódico El Dia, estaban previstas las prácticas de la patrulla primera y segunda, que reunían los exploradores de entre 13 y 15 años. El 25 de abril se constituyó la Junta de Señoras Protectoras del Grupo de Exploradores de Tarrasa, presidida por Margarida Padrós i Gras.
El ideario de grupo se apoyaba en las ideas educativas de Josep Montagut i Roca, capellán del Palau Reial de Pedralbes de Barcelona, "carlista, activo anticatalanista y defensor de la teoría sobre el origen divino de la monarquía, y a quién Jorge Villamide patrocinó a principios de 1924 seis conferencias en Terrassa bajo el título ‘Educación Patriótica’".
La organización celebraba campeonatos de atletismo y actividades deportivas en les Fonts, que, al igual que las excursiones que hacía por toda Catalunya, solían filmarse. "Lástima que, ahora, resulta muy dificili encontrar este material fílmico", lamenta Fernández.
El primer festival, con el Rey
En les Fonts la entidad organizó, la tarde del 21 de mayo de 1924, coincidiendo con la visita a Terrassa del rey Alfonso XIII, el Primer Festival de Exploradores. "Se aprovechó para que el obispo de Vic, el prelado Francesc Muñoz i Izquierdo, procediera a la bendición de la primera bandera del grupo, que fue apadrinada por la vicepresidenta de la Junta de Señoras Protectoras, Cristina Piera i Muns, y por quién entonces era el presidente de la Mancomunitat, Alfons Sala i Argemí. Un acontecimiento al que acudieron grupos homólogos de Barcelona, Rubí, Sant Cugat y Olesa de Montserrat, y al que operadores de cámara de dos casas cinematográficas barcelonesas se trasladaron para filmar todos los actos que tuvieron lugar aquel día, entre otros, el vuelo de una escuadra de aviones y de un dirigible de Aeronautica Naval de Barcelona".
En aquel evento, el delegado gubernativo de Terrassa, Jorge Villamide, "manifestó a los periodistas allí reunidos que a instancias de los representantes de la prensa de Terrassa había sido levantado el destierro que sufría el redactor y director del diario El Dia, Miquel Puigbó i Cots, que se encontraba en el pueblo de Ansó cumpliendo dicha pena". Ana Fernández también señala en su estudio que Jorge Villamide "posteriormente, el 7 de octubre de 1936, estando destinado en Girona desde 1935, fue procesado acusado de haberse alzado en armas contra el gobierno de la República, y confinado en el castillo de Montjuïc hasta 1939".
La competencia del Grup Avant
No hay datos sobre actividades de Niños Exploradores de Tarrasa en los años posteriores, ni sobre el momento en que desaparecieron. No obstante, Fernández recuerda que en 1933, en Can Carbonell se formó la sección de los Minyons de Muntanya del Grup Avant, entidad impulsada por Josep Maria Batista i Roca, que, a partir de 1927, introdujo en escoltismo en Catalunya, a través de los centros excursionistas. Con los Minyons de Muntanya del Grup Avant, los jóvenes de Terrassa "ya pudieron optar por un modelo asociativo alejado del estilo militarista y ultraconservador del Grupo de Exploradores de Tarrasa".
Todas estas entidades fueron obligadas a disolverse después de la Guerra Civil (en 1940, una orden del Ministerio de la Gobernación les prohibió). A partir de ese momento, "se inició en Catalunya lo que se conoce como ‘escoltisme d’espera’. Un periodo de clandestinidad durante el cual se constituyeron comités que hicieron todo lo posible para conseguir la revocación de aquella orden. Todo lo que sucedió después constituye una otra larga historia".