El descenso del desempleo aunque se celebra desde los sindicatos no oculta un mensaje crítico ya que consideran que está creciendo la precariedad laboral y que la recuperación económica no llega a las personas trabajadoras. Así, según UGT, diez años después del inicio de la crisis todavía hay 152.229 personas más paradas. La temporalidad es cuatro puntos más alta. Hay cien mil afiliados menos en la Seguridad Social y se han incrementado en 48 puntos los parados con ingresos máximos de 426 euros.
UGT de Catalunya señala en un comunicado que la reducción del paro tiene un precio muy caro: "la precarización del mercado de trabajo que se traduce en más temporalidad, más parcialidad, contratos de corta duración y salarios más bajo". El sindicato apunta que la "supuesta" recuperación económica no "se está revertiendo en las personas trabajadoras que tienen empleo y tampoco en quienes lo buscan porque no se está generando ocupación de calidad, sino que está bajando cada vez más el poder adquisitivo de las personas. Así se incrementa la brecha salarial y las diferencias entre clases".
Inestabilidad
CCOO de Catalunya, en otro comunicado, denuncia que las mujeres continúan siendo las más perjudicadas ante una recuperación del mercado de trabajo que "es desigual e inestable". Para esta fuerza sindical, es preciso "introducir un nuevo modelo productivo baso en la ocupación de calidad". CCOO también reclama la necesidad de "fortalecer la negociación colectiva para que se establezcan incrementos salariales en los convenios colectivos, especialmente en los niveles más bajos" y que la aplicación del Salario Mínimo Interprofesional "sea una realidad".